El Banco de España, dispuesto a garantizar la liquidez y la rentabilidad de la deuda pública
Las autoridades económicas tienen el firme propósito de reactivar el mercado de renta fija y, más concretamente, el de emisiones de deuda pública del Estado, que en los próximos tiempos van a proliferar en cantidades apreciables, según han comentado a EL PAIS medios próximos al Banco de España y al Ministerio de Economía. De momento, este año se emitirán en conjunto 40.000 millones de pesetas, de los cuales 10.000 millones fueron colocados ya en el pasado mes de junio al 9,50%. Una segunda y última emisión está en estos momentos en preparación para finales de año, quizá para el mes de noviembre y, aunque no se conocen con detalle sus condiciones de emisión, parece que mejorarán.
El interés de los responsables de la política económica es doble. Por una parte, financiar adecuadamente los déficit financieros del Estado y, en segundo lugar, crear un instrumento capaz de atraer al pequeño ahorro, para lo cual se hace imprescindible, como paso previo, garantizar un elevado nivel de liquidez en el mercado para estos títulos.En cuanto a la primera vertiente, los medios informantes señalaron que desde el año 59 hasta la fecha los déficit públicos han sido escasos, lo que no ha hecho necesario el recurso a su financiación mediante emisiones del Estado. En estos últimos años no se han realizado prácticamente operaciones de este tipo y habría que remontarse hasta el año 1972 para encontrar una emisión de deuda del Estado por importe global en dicho año de 16.000 millones de pesetas. A finales del pasado año, el 5 de diciembre, se realizó una emisión de 20.000 millones de pesetas al 10,25%, que está siendo objeto de negociación bursátil con gran asiduidad, hasta el punto de que los títulos se cotizan a 108 %, es decir, por encima de su valor nominal, lo que prueba la demanda existente de estos títulos.
Liquidez
Garantizar la plena liquidez de estos títulos es actualmente el propósito del Banco de España, responsable en la Bolsa del cuidado de estos valores del Estado. La garantía de liquidez es imprescindible para conseguir que las sucesivas colocaciones de estos títulos entre los inverso res privados tengan el éxito que de ellas se espera. Mediante la liquidez, todo suscriptor de títulos de deuda pública puede desprenderse de ellos con dar una orden al banco o caja en la que lo tenga depositado y al día siguiente recupera su dinero, que incluso puede ser superior a la cantidad invertida en la compra del título -o inferior- de acuerdo con la cotización que fije el mercado. Entre tanto, estos títulos devengan intereses semestrales de acuerdo con los tipos fijados por cada emisión y que en estos momentos, para las de más reciente aparición, son del orden del 10 %.Si las autoridades monetarias consiguen garantizar, como es su propósito, la plena liquidez de estos títulos y la cotización de los mismos se mantiene, como es de suponer, a niveles aceptables, el inversor privado podrá entrar en este mercado que en cierta medida se presenta como una alternativa válida, en cuanto a la rentabilidad, a los depósitos en entidades de crédito. Las emisiones de deuda pública se están haciendo con una diversidad de títulos, que se diferencian por su valor nominal. Por ejemplo, en la emisión de junio pasado sólo había títulos de 10.000 pesetas y .en la anterior había cuatro series, de un millón, 100.000 pesetas, 50.000 pesetas y 10.000 pesetas. La complejidad de esta última aconsejó emitir sólo títulos de 10.000 pesetas, aunque existe la posibilidad de adquirir bloques de varios títulos para concentrar una mayor inversión en menos documentos.
Inversores modestos
El hecho de que los títulos sean de 10.000 pesetas facilita mucho el acceso de los inversores modestos a este mercado de renta fija. Por este motivo, la comparación entre la rentabilidad de dichos títulos y un depósito en una cuenta en alguna institución financiera es favorable en cierto sentido al título de renta fija, ya que proporciona una rentabilidad muy superior a un deposita a la vista y un grado de liquidez de dos o tres días de plazo. La obtención de tipos de interés del orden del 10% en depósitos, en bancos o cajas, sólo se logra mediante una inmovilización a plazo del dinero o con cantidades muy elevadas, de varios millones y garantía de disposición inmediata, sólo al alcance de las rentas elevadas.En medios solventes se ha asegurado que, a pesar de estas comparaciones, el Banco de España no pretende entablar ninguna competencia con los depósitos bancarios o de las cajas, sino proporcionar una mayor rentabilidad y liquidez al ahorro de algunas economías modestas, que pueden obtener por esta vía incluso revalorizaciones de su dinero.
Consorcio
Las instituciones crediticias van a colaborar, por otra parte, de forma activa en la colocación de estas emisiones de títulos públicos, según han informado en el Banco de España. En estos Momentos se realizan conversaciones entre directivos del banco emisor y un grupo de representantes de bancos y cajas. Para la colocación de las emisiones de deuda pública se habían barajado dos posibilidades, o bien crear, por parte del Tesoro, una red propia de colocación entre el público y las instituciones, o bien llegar a un acuerdo con el sistema crediticio para que éste, a través de los 17.000 establecimientos existentes en el país, sea el que coloque directamente las emisiones. Se escogió lógicamente el segundo, ya que el primero exigiría un desembolso y una movilización de medios muy altos.Para poner en práctica este sistema de colocación de los títulos de la deuda pública, el Banco de España ha venido negociando últimamente con un grupo de bancos entre los que se encuentran, además de los siete grandes, el Urquijo, el Pastor y Más Sardá, además de tres cajas de ahorro, la Caixa, la de Barcelona y la de Madrid. El acuerdo que se alcance con este grupo de instituciones podrá ser ampliado a las 180 instituciones, bancos y cajas del país. En síntesis, el consorcio consistirá en un compromiso mediante el cual estas entidades se comprometen a colocar los títulos de deuda pública y, en caso de no colocarlos, se quedarían con ellos.
Por este servicio, las instituciones del consorcio -cuya constitución podría tener efecto en breve plazo, una vez finalicen las actuales conversaciones- percibirán dos tipos de comisiones, una de aseguramiento en la venta de los títulos y otra de colocación. Mediante este sistema, la emisión de títulos se encarece para su emisor, que e el Tesoro Público, pero a cambio éste obtiene totales garantías de colocación.
Medios próximos al Banco de España aseguran que en los próximos años el mercado de emisión de estos títulos tendrá una importante fluidez y se estima que las emisiones serán del orden de los 40.000 millones de pesetas al año, como mínimo, ya ,que el déficit público será cada vez más fuerte, debido a sus crecientes necesidades de recursos.
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