El Rey ha recibido a los más altos mandos de las Fuerzas Armadas
Ayer, sábado, pasó a la situación «B» -destino de arma o cuerpo- el teniente general del Ejército del Aire Felipe Galarza por cumplir doce años en el generalato. También ayer el Rey recibió a los jefes de Estado Mayor del Aire y la Armada, teniente general Alfaro Arregui y almirante Álvaro Pelluz, respectivamente; con ello, y tras despachar el viernes con el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor del Ejército, el Rey ha conversado en las últimas 48 horas con los más altos responsables de la defensa nacional.Aunque no se han podido conocer los contenidos de estas entrevistas y fuentes oficiales no les atribuyen otro valor que el de despacho habitual de los asuntos tras el período de vacaciones, no puede olvidarse que el cese obligado del teniente general Galarza en el más alto puesto de la cadena de mando militar y las próximas vacantes que se producirán en el Cuarto Militar del Rey y en la Capitanía General de Madrid, junto a algunas tensiones de entidad dentro de la Policía Armada, tras el cese del coronel de la circunscripción de Madrid, configuran un momento esencialmente importante en el engranaje militar, por lo que hay que suponer indudable entidad a estos encuentros.
El nombramiento del presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor corresponde al Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Defensa. Se trata de la máxima figura operativa de las Fuerzas Armadas, tal y como lo configura la legislación vigente, y, en consecuencia, su nombramiento reviste el máximo interés.
Especulación sobre los nombramientos
En las últimas semanas se habló insistentemente del almirante Arévalo, actual jefe del Estado Mayor de la Armada, para ocupar el cargo. En los últimos días se baraja con fuerza -aunque siempre en el terreno de las hipótesis- el nombre del actual jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Alfaro Arregui.El almirante Arévalo Pelluz fue el primer subsecretario del departamento de Defensa y ocupo su actual destino al dimitir el almirante Buhigas. Tras esta circunstancia, círculos próximos al Ministerio de Defensa opinan que podría juzgarse excesivo un nuevo cambio, y ello llevaría a pensar en el teniente general Alfaro Arregui, siempre sobre la base de que el próximo presidente de la Junta de Jefes saldrá de la terna que ahora mismo la forma.
La misma interpretación explica que no se mencione el nombre del teniente general De Liniers, jefe del Estado Mayor del Ejército, para evitar que el ministro y el primer responsable de la cadena de mando procedan del Ejército de Tierra.
