Los taxistas de Guipúzcoa, en huelga por el asesinato de Amancio Barreiro

Prácticamente la totalidad de los taxis de San Sebastián y gran número de los de la provincia de Guipúzcoa secundaron ayer la huelga general de veinticuatro horas convocada en señal de protesta por la muerte de Amancio Barreiro, cuyo cadáver apareció el lunes cerca de Aguinaga con varios tiros, en la cabeza.La huelga, que comenzó a las siete de la mañana, había sido convocada por la Asociación Profesional Guipuzcoana de Transportes, Urbanos con Vehículos Ligeros, a la que pertenecía el señor Barreiro, y por la Asociación Provincial de Trabajadores Autónomos del Taxi.

Por otra parte, el comando autónomo Ipagarrigue reivindicó el lunes por la noche el atentado contra Amancio Barreiro, culpándole de reclutar elementos para las bandas fascistas y de la muerte del militante de ETA Enrique Iparaguirre el 29 de octubre de 1974. El comando dice en su escrito reivindicativo, depositado en un bar de Hernani antes de dar aviso al diario Egin, que seguirá llevando a cabo acciones similares «contra los que sostienen la clase dominante hasta su total disolución». Un comando de parecida denominación se hizo responsable recientemente del atentado que costó la vida al cabo de la Guardia Civil Aurelio Salgueiro en Mondragón. Con la muerte del señor Barreiro son ya tres los casos de atentados mortales en pocos días en los que no ha intervenido ETA militar, organización que durante casi dos años se había responsabilizado de todos los casos de este tipo ocurridos en el País Vasco, a excepción de los atribuidos a la extrema derecha.

Los restos mortales de Amancio Barreiro fueron trasladados ayer desde el depósito del cementerio de Usurbil hasta Villar del Cordeiro, en la provincia de Pontevedra, de donde era natural el taxista asesinado. Varios coches de servicio público, de tipo gran turismo, acompañaron el furgón que transportaba el féretro con lazos y crespones negros.