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Socialistas y democristianos declaran la guerra al nuevo Gobierno portugués

Las reacciones suscitadas por la formación e investidura del Gobierno Nobre da Costa dominan la actualidad portuguesa. La hostilidad de los socialistas no sorprende, ya que han tomado desde el inicio de la crisis una actitud de oposición frontal a cualquier fórmula gubernamental que no tenga al PS como eje. Pero la dureza de la posición asumida el martes, y en presencia de Mario Soares, por el diputado y dirigente José Luis Nunes excedió las expectativas. Varios comentaristas, que apostaban más bien sobre una actitud abstencionista de los socialistas en el debate sobre el programa de Gobierno, se inclinan ahora a pensar que podrán tomar la iniciativa de una moción de rechazo.

«Vivimos en un régimen democrático que no admite la marginación de los partidos ni la subalternización del Parlamento, y estamos asistiendo a ambos fenómenos», declaró Nunes, antes de añadir que cualquier partido que adoptara una actitud positiva en relación al nuevo Gobierno firmaría su «autocrítica y su autoexclusión del debate» acerca de las grandes orientaciones del país.Pero el elemento nuevo y capaz de alterar a corto plazo la evolución de la crisis es la actitud violentamente hostil asumida por los democratacristianos después de una inesperada reunión de su comisión política, que terminó a altas horas de la madrugada de ayer. Afirmando que «las esperanzas del pueblo portugués han sido frustradas», el CDS llama la atención sobre la «enorme gravedad» que asume la formación de un Gobierno en el que distingue la presencia de «personalidades que no esconden sus simpatías hacia el Partido Comunista».

La culpa por la formación de un tal Gobierno es atribuida por igual al presidente Eanes y al primer ministro, Nobre da Costa. Al primero, por haber caucionado la presencia de personalidades situadas «a izquierdas del PS en el primer Gobierno formado directamente bajo orientación presidencial», lo que no deja de extrañar a los democratacristianos. El segundo, por haber adoptado esta solución «después del fracaso de su intento de formar un Gobierno incluyendo socialistas, socialdemócratas y democratacristianos, pero descartando a los comunistas». Más grave aún, el partido de Freitas do Amaral acusa a Nobre da Costa de pretender para su Gabinete «de tecnócratas llamados independientes» «poderes absolutos e ilimitados», cuando un Gobierno de este tipo no puede ser admitido más que a título excepcional «por un plazo corto y bien definido, con poderes limitados».

El mismo comunicado acusa a Nobre da Costa de haber «insultado y calumniado» al CDS, afirmando, como lo hizo al diario francés Le Monde, que sus conversaciones con los partidos habían sido «tiempo perdido», porque éstos «dicen en público cosas diferentes de lo que afirman en privado».

Queda así explicada la ausencia, muy notada, del CDS de la ceremonia de investidura. Pero queda por analizar tanta dureza por parte del partido que reconoció haber sugerido a Eanes la elección de Nobre da Costa para primer ministro. ¿Estará, como lo pretenden algunos comentaristas, próximo a concluirse un nuevo acuerdo con los socialistas? Estos últimos niegan la existencia de negociaciones y declaran no estar siquiera interesados en un acuerdo.

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