Silencio aprobador de París ante el reajuste del poder en Chad
Hissene Habre, nuevo primer ministro del Chad, antiguo jefe de los rebeldes tubus del Tibesti y que dirigió personalmente el secuestro de la etnóloga Francoise Claustre, practicando el «terrorismo de Estado a través de rehenes», intenta ofrecer al régimen del general Félix Malloum, nuevo presidente de la República, una «garantía revolucionaria» para presentar de modo «progresista» los intereses de Francia en Chad.La operación política de nombrar al señor Habre Primer ministro, fue saludada ayer por el vespertino Le Monde, como un «golpe de teatro», que, con el anuncio del pasado martes referente a la «formación de un nuevo Gobierno de Unidad nacional», permite «revestirse» de una fisonomía «más liberal» al Consejo Superior Militar que gobernaba en N'Djamena, desde la eliminación del presidente Tombalbaye, en abril de 1975, bajo el control militar del general Félix Malloum (que continúa controlando el poder).
El señor Habre entró en contacto con el Frente de Liberación Nacional de Chad (Frolinat), en 1971, cuando, de regreso a su país, tras cursar estudios de Derecho en París, fue enviado oficialmente a negociar con el entonces dirigente rebelde, doctor Abba Siddick. Traicionando al poder establecido, el señor Habre se alió con otro rebelde, Goukouni Oueddei (hijo de una máxima autoridad religiosa de los rebeldes tubus que denunció el «centralismo» de N'Djamena), para pasar a dirigir militarmente el «Ejército del norte de los rebeldes tubus», y adquirir notoriedad mundial, como inflexible negociador con Francia a la que chantajeó con la vida de la etnóloga, señora Claustre.
Desde septiembre de 1976, el señor Oueddei apareció como único representante militar de los rebeldes del Frolinat, mientras el señor Habre (tras cobrar personalmente los millones del rescate de la señora Claustre), desaparecía misteriosamente, y «reaparecía» (no menos misteriosamente), el pasado mes de enero, en Jartum, donde firmó un «acuerdo global» con el general Malloum.
En este intervalo, el señor Goukouni Oueddei ha recobrado, internacionalmente, su condición de único representante de la rebelión en Chad, actuando siempre bajo el amparo y «consejo» de los militares libios. Por el contrario, el señor Habre, actualmente no parece representar a nadie, salvo a sí mismo, en el reajuste palaciego del pasado martes.
Francia, ante estas operaciones de nada velados ajustes de cuentas y usurpación militar, guarda un silencio aprobador, y Le Monde estimó ayer que el nuevo Gobierno de Chad cuenta con el «aval» del palacio del Elíseo, aprobando cuando menos, la llegadaal poder de un aventurero político como el señor Habre.
Los observadores franceses no confieren al anuncio oficial, efectuado en N'Djamena, de la redacción de una «carta fundamental» que «promueva» la «reconciliación nacional»,«otra importancia que la de una voluntad manifiesta de «reajuste en la administración del poder», ya que, en Chad, los rebeldes, amparados por Libia, continúan, inflexibles, la lucha armada.
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