Los sindicatos socialistas de Chrysler, dispuestos a acciones de protesta

Veinte delegados representantes de los trabajadores de las filiales de la Chrysler en España, Gran Bretaña y Francia, de la Peugeot-Citroën de Francia y de la Chrysler de Estados Unidos (casa matriz de la multinacional) se comprometieron a preparar una acción internacional, que «puede llegar hasta la huelga», según una declaración acordada al final de la reunión celebrada en Ginebra, si, como consecuencia de las operaciones comerciales concertadas por ambas compañías, se producen tentativas de cerrar algunas empresas, o se toman medidas de «racionalización de la producción que pongan en peligro el empleo o la mejora M estándar de vida de los 250.000 trabajadores implicados». La reunión había sido convocada por la FITIM (Federación Internacional de Trabajadores de Industrias Metalúrgicas).

En la declaración, los sindicalistas, en la que participaron tres miembros de la UGT (Federación Metalúrgica Española), Carlos Pardo, Luis Madrid e Isidoro García, se pide a los Gobiernos británico, francés y español que «obtengan, antes de aprobar la operación en marcha, garantía de las multinacionales, Chrysler y Peugeot-Citroën, para que se asegure el empleo a los 14.000 trabajadores españoles, 23.000 trabajadores británicos y de los trabajadores franceses, como asimismo a los de las industrias conexas que fabrican accesorios». Por otra parte se exhorta al Gobierno británico, que «ha absorbido un déficit de 50,5 millones de libras y ha otorgado préstamos de treinta millones de fibras a la Chrysler, reclame una representación en el consejo de administración de la Peugeot-Citroën» que adquirirá las filiales europeas de Chrysler.

La operación de adquisición por parte de Peugeot de las filiales europeas de Chrysler se anunció el pasado día 10 y constituyó una sorpresa total en el mundo financiero internacional. La operación tiene un coste de 40.000 millones de pesetas, sitúa a la empresa francesa Peugeot en el segundo lugar de la industria europea del automóvil y coloca a Chrysler como segundo accionista de Peugeot.

Con respecto a España, la FITIM denuncia que los trabajadores de la Chrysler están sometidos a condiciones de trabajo insalubres y a menudo peligrosas. Con respecto a Francia se afirma que «el secreto con que se ha llevado la operación comercial» tuvo por objeto dejar al margen la participación de los sindicatos representativos a nivel nacional, a los comités de empresa y a la comisión nacional del empleo para la industria y la metalurgia.

La- FITIM, que denuncia la ausencia flagrante de todo compromiso de la parte de las direcciones de la Chrysler y de la Peugeot-Citroën en materia de seguridad del empleo, lamenta que no existan códigos obligatorios de conducta de carácter contractual a nivel mundial, en el área de las multinacionales de la industria automovilística y hace un llamado a la comisión respectiva de la Comunidad Económica Europea para que siga de cerca estos hechos «que no serán ni los primeros ni los últimos». También recomienda a la CEE iniciar una investigación a fondo sobre las implicaciones de esta «fusión».

Finalmente, los representantes sindicales reunidos ayer en Ginebra acordaron encargar al secretario de la FITIM gestionar una «reunión cumbre» con los directivos de la Chrysler Internacional y de la Peugeot-Citroën.