El mejor Papa
«Para una sociedad teóricamente al menos -o quizá habría que decir prácticamente- tan alejada de la fe como ausente de la Iglesia, no está nada mal la atención que ha puesto en el tema de la sucesión de Pablo.VI. Los católicos que aceptan al Papa como sucesor de Pedro y creen en las verdades,que propone la Iglesia, sentían la lógica ansiedad por conocer al nuevo representante de Cristo en la tierra. Para otros, que no aceptan más que su visión de lo que debería ser la Iglesia, también hubo una ansiedad, aunque de otro tipo: confían en que por fin el Pontífice sea el adecuado a los tiempos, a los hombres y... quizá sin darse cuenta a sus ideas ( ... )Las interpretaciones que se darán al resultado del Cónclave no serán seguramente menos curiosas. Habrá vencido tal o cual política o se habrá llegado a un compromiso que en las páginas de L'Unita quizá reciba el nombre, de «compromiso histórico».
Naturalmente, cualquier referencia a lo sobrenatural es tomada por todos los que desean utilizar un lenguaje admisible al «hombre moderno», como cosa de gentes incultas o quizá traumatizadas. Los teólogos más conspicuos apenas si hacen mención de esta intervención del Espíritu Santo en la elección del Papa. Así ocurre que ahora, como al comienzo de la cristiandad, sólo las mentes no complicadas y humildes son capaces de entender las cosas. «Estas gentes sencillas con las que Dios -decía Lincoln- debe de estar muy encariñado, puesto que las creó en tan gran número. »
Para estas gentes, el mejor Papa, es Albino Luciani, porque es el que Dios ha querido para su Iglesia.»
27 agosto
