Tarradellas: "Los gobernadores deben desaparecer"

«No tengo ninguna autoridad sobre los gobernadores civiles porque éstos, al igual que los presidentes de las diputaciones, deben desaparecer», manifestó anoche en Barcelona el presidente de la Generalidad en una rueda de prensa. Tarradellas, que en la tarde de ayer mantuvo una reunión con los gobernadores civiles de Barcelona, Lérida, Gerona y Tarragona, se pronunció, además, por la disolución del actual Parlamento una vez aprobada la Constitución.

Tarradellas dedicó la mayor parte de la rueda de prensa a resaltar el valor político de su reunión con los cuatro gobernadores civiles. La calificó de reunión transcendental. Tarradellas marcó distancias para con las restantes preautonomías del Estado.Sobre la petición de Fernández Viagas, presidente de la Junta de Andalucía, para presidir también él reuniones con los gobernadores civiles, Tarradellas dijo que «le parecía muy bien», pero que Cataluña y Andalucía eran dos procesos muy distintos. Cataluña no es una preautonomía, sino que la Generalidad tuvo un proceso histórico y legal bien definido, aclaró el presidente.

Preguntado sobre la temática de la reunión, eludió dar datos concretos de lo tratado. Sus res, puestas se redujeron a manifestar que informó a los gobernadores de su visión sobre el alcance de tales encuentros y a recabar de los mismos una información sobre los delegados del Estado en Ca taluña, sus servicios y competencias.

En varios iriomentos de la sesión informativa Tarradellas re calcó que no se había tratado ningún tema en concreto. Asimismo, puso especial énfasis al afirmar que las citadas reuniones no «reducirán en nada la autoridad de los gobernadores». Negó, también que él fuera la máxima representación del Estado en Cataluña. «El máximo representante -dijo- es el capitán general de Cataluña, seguido de los gobernadores y, encierta manera, del presidente de la Generalidad.»

Las afirmaciones de Tarradellas son significativas del principal problemaque rodea las reuniones Tarradellas-gobernadores civiles, instituidas merced a una orden comunicada del Ministerio del Interior con el fin de «informar y coordinar» la administración del Estado en Cataluña y la Generalidad.

Según reconoció anoche a EL PAIS uno de los colaboradores directos de Tarradellas, «el presidente no necesita que le informen sobre los delegados y las funciones del Estado en Cataluña. Ya lo sabe. Quiere, sin embargo, que se lo. presenten ellos -los gobernadores-, y éstos no aflejan».

Así, pues, en el fondo de la cuestión estaría una resistencia de los gobernadores a pasar a ser controlados personalmente por Tarradellas. De ahí que la mayor parte de las casi tres horas que duró la reunión de ayer estuvieran dedicadas a que Tarradellas explicara su visión sobre el carácter que tenía la reunión y las futuras reuniones.

Contrasta, asimismo, la importancia que Tarradellas daba a la reunión, con los resultados de la misma. Según admitió Tarradellas, los gobernadores no tienen ni siquiera la obligación de comunicarle sus decisiones con anterioridad, aunque afirmó que moralmente sí que estaban obligados a hacerlo. A modo de balance, dijo que había habido temas «muy importantes», pero que declinaba haceplos públicos ahora, aludiendo a su manera de hacer las cosas.