Una extraña Seguridad Social
Somos en Madrid más de mil trabajadores del Parqué Móvil Ministerial, que con nuestras correspondientes familias, habitamos en la zona de Argüelles y, según es preceptivo, pertenecernos todos a la Seguridad Social o, al menos, se nos descuenta de nuestro martirizado sobre una cantidad para tal fin.Pues aunque parezca imposible y fuera de toda lógica, cuando un beneficiarlo necesita los servicios de un médico se dirige al de cabecera; si éste lo considera oportuno lo envía al especialista -Ambulatorio Matías Montero, calle de Quintana, 11-, y una vez «mirado» por el especialista, si éste lo considera oportuno lo envía al Hospital de la Cruz Roja, al que, según nos manifestaron, estamos adscritos ahora (por desgracia). Antes nos mandaban a La Paz.
Pues bien, una vez reconocido por el doctor de turno, si éste lo considera oportuno manda al enfermo a casa dándole a los familiares las instrucciones para seguir el tratamiento.
Pero cuál no sería nuestra sorpresa al conocer que tenemos que pagar los medicamentos en su precio total. Hechas las averiguaciones oportunas en el servicio de información el día 3-8-78 a las 2 1.00 horas, se nos dijo: «Tienen ustedes mucha razón, nosotros tenemos derecho a reconocer a los trabajadores asegurados en la Seguridad Social, pero aunque es incomprensible carecemos de recetas oficiales, por tanto, les recetamos en una receta del centro y ustedes se pagan los medicamentos, salvo que esperen ustedes a mañana para que les recete el médico de cabecera, pero creo que no debían esperar a mañana.»
Entonces el sufrido trabajador se dirige a la farmacia, paga los medicamentos en su precio total, y aquí paz y después gloria.
