Los Reyes, alcaldes honorarios de la villa mallorquina de Llucmajor

El pasado domingo los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, recibieron el título de alcalde y alcaldesa de la villa de Llucmajor (Mallorca) en un acto celebrado en el salón de sesiones del Ayuntamiento de la villa mallorquina, primera de la isla que de una manera oficial recibe la visita de los soberanos españoles.

Los Reyes llegaron en automóvil desde su residencia de Marivent, que abandonaron por unas horas para corresponder al homenaje que la villa de Llucmajor había preparado en honor de don Juan Carlos y doña Sofía, y que era repetición de la que en el año 1925 otorgara este municipio a sus abuelos, los entonces reyes de España don Alfonso XIII y doña Victoria Eugenia, como reconocimiento por haber otorgado el título de villa a esta localidad del sur de Mallorca.Después de saludar a las primeras autoridades provinciales y locales, don Juan Carlos y la reina recibieron del alcalde de la localidad, Gabriel Ramón, el diploma venera, vara de regir y medalla de oro, que les acredita como alcalde y alcaldesa honorarios de la ciudad de Lluemajor. Recibieron también del historiador local, doctor Font y Obrador, el segundo volumen de la Historia de Llucmajor.

«Además de honrarnos -dijo el Rey en su parlamento de agradecimiento y de contestación al del alcalde de la villa- con estos títulos que nos otorgáis, revivís la Historia y ratificáis el privilegio que un día se otorgó a mis abuelos. La Reina y yo quedarnos ahora más vinculados a este pueblo laborioso, entusiasta y honrado, que de forma tan destacada se esfuerza por el progreso de esta ciudad, de Mallorca y de España.» El Rey, finalmente, expresó sus deseos más fervientes de lograr una concordia auténtica entre toldos los españoles, que sirva de base para llevar a todo el país por los caminos de paz, progreso y bienestar.

Los Reyes se trasladaron a continuación al instituto de enseñanza media María Antonia Salva y al centro comarcal de formación profesional, para proceder a su inauguración, descubriendo sendas lápidas que recuerdan este acto. Don Juan Carlos y doña Sofía abandonaron Llucmajor en el helicóptero real, que les dejó a primeras horas de la tarde en la base naval de Porto Pi, donde embarcaron en el Fortuna para hacerse a la mar y seguir disfrutando de sus vacaciones en estas islas en compañía de sus hijos.