"Tiempos de Constitución", un filme optimista del cine español

Acaba de rodarse la película Tiempos de Constitución, escrita y dirigida por Rafael Gordon, que será presentada en el próximo Festival Internacional de San Sebastián. El titulo del filme no tiene nada que ver con el período político que vive España, y en ese sentido Gordon, que tiene una larga experiencia en cortometrajes y se lanza ahora a la aventura de las películas de larga duración, acepta que puede pensarse que su referencia a la Constitución puede resultar oportunista. «Pero, en realidad -dice Rafael Gordon- no hay oportunismo, porque en efecto vivimos en tiempos de Constitución y la historia que yo cuento no podía ocurrir en otro momento, o, al menos, no pasaría de la misma forma.»

Se trata de una historia vital, optimista, de acuerdo con la definición del propio director. «El amor, la amistad, el humor, la individualidad, son los ingredientes con los que fabriqué esta película, que al fin y al cabo es una película de amor rodada con un presupuesto mínimo: quince millones de pesetas.» Para hacer esta historia salvaje, Rafael Gordon, un joven director de cine, nacido en 1946, tuvo muy presente la frase de uno de sus maestros, Roberto Rossellini: «Una película debe ser un día de excursión.» Otra recomendación que ha aceptado Rafael Gordon es la que hace uno de los personajes de Solos en la madrugada, el filme de José Luis Garci: «No podemos pasarnos otros cuarenta años hablando de lo que sufrimos durante los últimos cuarenta.» Rafael Gordon ve la resurrección del buen humor en el cine español y cree que «Pepe Isbert, el gran actor de El verdugo, sería hoy el hombre que nos daría la respuesta a todas las cuestiones sobre lo que debe ser el nuevo cine de este país». De lo que se hace ahora, en la línea que prefiere Rafael Gordon, el director de Tiempos de Constitución cita películas de Berlanga y, en especial, muestra sus esperanzas en filmes como La escopeta nacional, la nueva obra del citado realizador.

El optimismo de Rafael Gordon es irreparable. «Todo lo que no te lleva al hospital está bien », dice. La narración que ha contado en cine es la consecuencia de este optimismo. Juana, el personaje femenino de Tiempos de Constitución, encarnado por Verónica Forqué, es una joven feliz, se halla enamorada y va a tener un hijo. El padre del niño es Luisón (Francisco Algora chófer de ocasión, un individualista que confunde su pasión por la vida con el nihilismo. Un tercer personaje, un adolescente llamado Alvaro (Angel Rojo), completa el trío sobre el que se basa el filme. José Bódalo, Héctor Alterio y Alfonso del Real encarnan los personajes que sirven de contrapunto a aquellas tres furias vitales.

La referencia indirecta que podría haber sobre la Constitución en este nuevo filme de título tan pomposo estaría en las reflexiones que Rafael Gordon hace sobre el lenguaje que se ha utilizado para seguir el proceso constitucional: «Da la impresión de que se margina al pueblo de esta discusión. Y el pueblo sigue viviendo, teniendo emociones y expresándolas, a pesar de la demagogia que planea sobre sus cabezas. Ante ese bagaje de información política persistente y a veces incomprensible, sólo es posible, como dice Luisón en un momento de mi película, "irse o tener una idea"».

Rafael Gordon ha querido devolverle «un poco de confianza al cine español, para empezar a despojarlo de cierto masoquismo, de la tendencia constante al luto riguroso y a la crónica de la violación».