EE UU no presentará plan de paz en la "cumbre" sobre Oriente Próximo
El consejero presidencial norteamericano para Asuntos de Seguridad, Zbigniew Brzezinski, negó rotundamente ayer que Estados Unidos tenga intención de presentar un plan de paz para Oriente Próximo, pero admitió que el Gobierno de Washington hará «sugerencias constructivas» sobre el conflicto durante próxima «cumbre» de Camp David.
Brzezinski, una de las figuras claves en la nueva política exterior norteamericana, se negó a dar más detalles y dijo que las «sugerencias» de la Administración Carter se presentarán «de cuando en cuando» a lo largo de la conferencia que celebrarán a primeros de septiembre los líderes de Israel, Egipto y Estados Unidos.El consejero del presidente Carter insistió en que la «cumbre» convocada por Norteamérica no pretende conseguir un acuerdo de paz definitivo entre egipcios e israelíes, sino simplemente limar las diferencias,y, a lo sumo, establecer un «marco» que haga posible la reanudación de las conversaciones directas.
Brzezinski reveló que el Gobierno norteamericano había informado con antelación al de Arabla Saudita de la convocatoria de la «cumbre» de Camp David. El consejero de Carter calificó de «exagerados» los recientes rumores sobre una iniciativa saudita destinada a preparar una reunión de países árabes de la que saldría un frente unido contra Israel.
Mientras tanto, el secretario de Estado, Cyrus Vance, se reunió ayer con el presidente Carter, para informarle sobre sus recientes visitas a Jerusalén y Alejandría. La diplomacia norte americana se esfuerza ahora en dar a luz ideas que posibiliten un mínimo éxito de la conferencia de Camp David. Entre ellas se baraja la posibilidad de tratar la orilla occidental del Jordán no como una unidad, sino en parce las diferentes, de tal modo que Israel tuviera mayor control sobre aquellas zonas cercanas a las ciudades israelíes y permitiera mayor autonomía a las tierras alejadas de sus fronteras primitivas.
Otra posibilidad que se estudia en el Departamento de Estado consiste en acortar el período de transición para la zona de CisJordania, que Tel Aviv fija en cinco años, antes de pasar a discutir la soberanía sobre el territorio. La solución mejor para Washington consistiría en que Israel cediera la soberanía sobfe las zonas ocupadas, pero obteniendo a cambio garantías de seguridad.
Conscientes del peligro que supondría un fracaso rotundo de la «cumbre» de Camp David, los expertos norteamericanos buscan la fórmula de presionar a Israel para que haga algunas concesiones, al mismo tiempo que se pretende que Sadat no dé por finalizada su iniciativa de paz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.