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MUSICA

Exito de público en el Festival Intemacional de Segovia

Con el esperado concierto de órgano en la catedral a cargo del maestro Francis Chapelet, restaurador en su día del histórico instrumento al igual que de otros muchos repartidos por la geografía ibérica concluyó el pasado domingo con brillantez el Festival Internacional de Segovia. En esta su quinta edición, esta manifestación, integrada anteriormente en Festivales de España, ha cobrado autonomía organizativa y financiera. El resultado no ha podido ser mejor, ya que además de haber ofrecido una programación original de música, teatro y folklore, por vez primera ha conseguido un balance económico positivo que garantiza su continuidad futura mediante su autofinanciación. Tras unos comienzos titubeantes, la respuesta del público ha sido firme y, en ocasiones, multitudinaria, como en el caso del concierto de clausura, que atrajo a espectadores de procedencia muy heterogénea. En la primera parte del mismo, Chapelet, acompañado por su discípulo Michel Bouvard, ofreció un concierto a dos órganos simultáneos con percusión, con obras de Cabezón, Aguilera de Heredia, Correa de Arauxo, W. Byrel, Louis Couperin, etcétera. La segunda, con órganos individualizados, constituyó la gran apoteosis Bach, culminada con La gran fuga póstuma.

Por lo que se refiere al resto del festival, que comenzó el jueves 27 con una serie de conciertos gratuitos; a cargo del Conjunto de Metales de Aquitania, como ya nos hicimos eco, el programa ha sostenido un nivel medio francamente aceptable en sus distintas manifestaciones: teatro, música clásica y música popular. Especial mención merece a este respecto el recital colectivo ofrecido por grupo e intérpretes segovianos, bajo el título genérico de Omnium Musical de Segovia. En el mismo, Nuevo Mester de Juglaria ofreció una selección de temas de su sexto y último álbum discográfico Parate y te contaré, trabajo que ha seguido a su brillante acierto monográfico de Los Comuneros, en base al texto de Luis López Alvarez. Hadit, otro grupo segoviano que acaba de alumbrar su primer trabajo discográfico (Canciones prohibidas por el Santo Tribunal de la Inquisición), reservó estos temas para un recital específico que proyecta ofrecer en breve al aire libre, ofreciendo otras versiones de su extenso repertorio. La Troupe de la Merced, La Ronda Segoviana y el dulzainero Silverio -en ausencia, por enfermedad, de Joaquín González, discípulo predilecto de Agapito Marazuela- completaron la muestra musical segoviana, que sirvió para reafirmar el carácter autónomo de esta etapa que acaba de abrirse sin dificultades en el Festival Internacional de Segovia.

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