"No es posible acabar con el terrorismo sólo con medidas policiales"

Como un hombre «flexible en lo normal, abierto al diálogo, profesional y no político duro en lo fundamental, que es el respeto a la ley y a la paz ciudadana», se ha definido el nuevo jefe superior de Policía de Bilbao, Manuel Ballesteros, que ayer tomó posesión de su cargo. Su antecesor y subdirector general de Seguridad, José Sainz, que aprovechó la ocasión para despedirse de sus compañeros, dado que por razón de edad le quedan tan sólo seis meses de vida profesional, dedicó un especial recuerdo a quienes dieron sus vidas por el restablecimiento de la paz y expresó el deseo de que hayan sino los últimos y que el orden termine por restablecerse sobre la violencia. Este fue también el planteamiento del señor Ballesteros. que tomó el testigo con estas palabras: «Vengo a trabajar por la paz, el restablecimiento de la convivencia es tarea urgente.»

El nuevo jefe superior de Policía no ocultó la dificultad del cometido que no le resulta por otra parte desconocido después de haber permanecido dos años (75-76) al frente de la comisaría de San Sebastián. «Fue una mala racha -dijo acerca de esta época- con algunos muertos y circunstancias muy adversas. Realmente fue un relax el traslado a La Coruña.»

Acerca de una eventual negociación con ETA, manifestó que no le corresponde a él pronunciarse ya que es competencia de los políticos. Añadió sin embargo que «para un policía no es un éxito pactar con el delincuente, ya que significaría ceder en sus principios».

Declaró, por último, que «un policía no puede decir que el terrorismo no tiene una solución policial, pero ahora se está comprobando en efecto que no es posible resolver el problema sólo por esa vía. Esto resulta evidente».

Obediencia a sus superiores, respeto a las fuerzas de seguridad que están muriendo en estas tierras y consideración hacia el pueblo vasco que tiene derecho a vivir en paz, han sido, según sus propias palabras, las tres razones que le han llevado a aceptar el cargo.