La policía descubre en Carabanchel una celda de tortura y numerosas armas blancas

Más de setenta armas blancas, entre machetes, estiletes y objetos incisivo-punzantes, gran cantidad de armas contundentes, sustancias y útiles para el consumo de estupefacientes, una habitación apropiada para llevar a cabo tal consumo, ocho escalas confeccionadas con tiras de mantas y una celda donde se torturaba a reclusos chivatos, es el balance práctico del registro efectuado hace cuatro días en la prisión provincial de Carabanchel, según informa oficialmente la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El registro, efectuado en la mañana del pasado domingo, se llevó a cabo por inspectores del Cuerpo General de Policía -afectos a las Brigadas de Información y de Seguridad y Orden Público de la DGS- y de fuerzas de la Policía Armada, bajo las órdenes de un comisario y un comandante, respectivamente. El registro se efectuó en las galerías sexta y séptima de la prisión madrileña, así como en los patios interiores de la misma. Entre los efectos intervenidos figuran treinta trozos de hachis, cinco pipas, diez jeringuillas de plástico, veinte agujas hipodérmicas y otros utensilios para drogarse por evaporación. También se recogieron, además de las ocho escalas citadas, veinte machetes improvisados, quince estiletes, tres mazos, cuarenta objetos inciso-punzantes, gran cantidad de armas punzantes, varias llaves y un sello de caucho con la inscripción «Prisión Provincial de Carabanchel».

En la celda número 26, ocupada por el recluso Daniel Pons, anarquista, presunto dirigente de COPEL, se localizó abundante documentación relacionada con las actividades de la Coordinadora de Presos en Lucha (la citada COPEL). También fueron encontrados durante el registro diversas herramientas, picos y palas fundamentalmente. Habían sido sustraídos, siempre según la nota de la policía, a una de las empresas que tienen a su cargo la reconstrucción de la cárcel y que contrata a reclusos del mismo centro, y estaban siendo utilizados en la construcción de un túnel hacia el exterior del recinto.

La policía no ha hecho ninguna previsión en torno a los registros y sus consecuencias.

Careo entre presos y funcionarios

Por otra parte, en la tarde de ayer tuvo lugar, en una dependencia de la prisión de Carabanchel, un careo entre reclusos de la cárcel y funcionarios de la misma que se encuentran procesados en relación con la muerte violenta del anarquista Agustín Rueda (ocurrida el pasado día 13 de marzo en este centro penitenciario). El careo fue ordenado por el juez magistrado del Juzgado de Instrucción número dos de Madrid, que instruye las diligencias correspondientes. Para asistir al careo los funcionarios de prisiones procesados, que se encuentran en la cárcel de Segovia, fueron trasladados a primera hora de la tarde a Madrid y posteriormente devueltos a la prisión segoviana.

Los seis funcionarios implicados en el proceso que se sigue por el asesinato de Agustín Rueda (Julián Marcos Mínguez, Nemesio López Tapia, Javier Flores Ramos, Luis Lirón de Robles Riezu, José Luis Rufo Salamanca y Andrés Benítez Ortiz) enviaron al juzgado número dos con anterioridad al careo una carta conjunta en la que señalaban la humillación que para ellos ha supuesto someter sus conductas a la indagación de los presos, junto con el grave riesgo que han corrido sus vidas al realizar las diligencias legales en la prisión de Carabanchel.