"Las elecciones bolivianas, manipuladas en favor del candidato oficialista"
«Hace tiempo que nos hemos liberado de la corona española y no necesitamos ahora a sus agentes.» Así calificó el partido del actual presidente de Bolivia, general Pereda, la presencia de Guillermo Galeote, de la ejecutiva del PSOE, que asistió como observador de la Internacional Socialista a las frustradas elecciones bolivianas del 9 de julio. Despúes que la Corte Electoral decidió anular las elecciones a petición del propio Pereda, veinticuatro horas más tarde el mismo general encabezaba un levantamiento militar en el sureste del país.
Pregunta. ¿A qué se debió que Pereda y Banzer lo hubieran acusado de agente de la corona española?
Respuesta. Tanto el Gobierno como la oposición habían mostrado interés en la presencia de «observadores internacionales», que re presentaron a nueve países, entre ellos Norteamérica, Inglaterra, Alemania y Colombia. «Se temía un apoyo excesivo al candidato oficialista por parte del Gobierno, y, ante tales presunciones resolvimos de común acuerdo desplazarnos por los diferentes departamentos del país para observar más de cerca el desarrollo del proceso electoral, Constatamos que en todos ellos hubo coacción, actos de violencia, ausencia de papeletas de las diversas candidaturas y requisa de urnas. En Santa Cruz, el departamento en el que estuve junto con el norteamericano Golman, pudimos ver que en varias localidades efectivos del regimiento Rangers requisaron urnas a las cuatro de la tarde, seguramente porque constataron que muchos campesinos tenían en la mano la papeleta del viejo líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Paz Estenssoro. Vimos también desplazar a votantes en camiones del Ejército, algo que está absolutamente prohibido por la ley electoral. Supongo que las acusaciones y amenazas se deben precisamente a las denuncias que hicimos de estas irregularidades. Dejé en claro a la prensa que yo no venía como representante del Gobierno español, ni siquiera del PSOE, sino que estaba representando a la Internacional Socialista presidida por Brandt, que no es precisamente un ejemplo de extremismo.
P. ¿Por qué esa presunción de que el Gobierno de Banzer apoyaría al candidato oficial?
R. El informe de la Asamblea de los Derechos Humanos sobre el período preelectoral mostraba con evidencia notable cómo el ejecutivo había utilizado la coacción y la propaganda masiva de los medios de comunicación. Cuando se realizó el Mundial de Fútbol -por ejemplo-, se intercaló regularmente propaganda de Pereda equiparándola a los triunfos de los equipos. La oposición y la prensa informaron también acerca de estas anomalías: hubo casos de extrema violencia y se llegó, incluso, a asesinar opositores.
P. Los primeros resultados mostraban muy poca diferencia entre Hernán Siles Zuazo y el general Pereda, lo cual hacía prever que difícilmente éste consiguiría la mayoría absoluta que necesitaba para acceder a la presiclencia. Los días siguientes. sin embargo, fueron definitivos para el triunfo del candidato oficial. ¿Hubo fraude?
R. En principio, los departamentos más poblados. como La. Paz Y Cochabamba. Oruro. Potosí y Sucre, estuvieron más controlados por las fuerzas de la oposición, de ahí que el resultado fuera más o menos aproximado a la realidad. Esto alejaba la posibilidad de que Pereda llegara a la presidencia, a menos que los resultados posteriores cambiaran radicalmente. Eso fue lo que pasó. El fraude se hizo evidente hasta el punto de que un candidato que el día anterior tenía 57.000 votos, al día siguiente aparecía con 50.000. Un militar mató a un vigilante de mesa d.el partido de Siles porque no le quiso entregar la urna. De esta forma Pereda comenzó a sumar votos.
La tensión crecía por momentos y todo hacía prever que el pueblo iba a defender intransigentem ente su decisión expresada en las urnas. Es entonces cuando Pereda decide y plantea a la Corte Electoral la anulación de las elecciones, muy posiblemente con la sugerencia del propio presidente Banzer, que al mismo tiempo anuncia su decisión irrevocable de entregar el Gobierno el día 6 de agosto a una junta militar.
P. ¿Qué papel jugó la embajada americana?
R. Yo estuve varias veces con el, embajador y la impresión que me dio era de que estaba en disposición de favorecer el desarrollo del proceso democrático, coincidiendo con la posición actual del Departamento de Estado.
P. Y la embajada española ¿qué posición mantuvo?
R. Como gran parte de nuestro servicio exterior, es inoperante. Constaté un desinterés y mucho desconocimiento por lo que pasaba. Considero necesario que el Gobierno exprese su posición con relación al golpe, dada la responsabilidad que España tiene hacia Latinoamérica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.