El Gobierno italiano prepara un riguroso plan económico para tres años

El Gobierno italiano tiene el propósito de reducir la tasa de inflación a una cifra de un solo dígito para finales de 1979, en virtud de un plan trienal que tiene actualmente en preparación el Ministerio de Economía y que posiblemente en el curso de esta misma semana será presentado, al menos en sus líneas principales, a los lideres de los partidos políticos más representativos, de acuerdo con la información facilitada a los medios informativos por fuentes solventes italianas. En base a este plan, el Gobierno se propone reducir la tasa de inflación desde su actual nivel del 13,5 % a un promedio del 10% en el curso del año próximo, a cuyo término dicha tasa medida en términos anuales habrá caído por bajo del 10% admitido corno promedio.

El elemento esencial del plan gubernamental consiste en su finalidad de crear 900.000 puestos de trabajo a partir de comienzos del año próximo, lo que se enlaza con la intención de elevar el crecimiento económico a una tasa anual del 5% aproximadamente, han manifestado estas fuentes.

También se incluyen en el plan medidas de reducción del gasto público en una cuantía superior a los dos billones de liras, ineluyendo en esta cantidad una reducción en las pensiones por importe de cuatro billones de liras. En esta medida se incluye asimismo la reducción de gastos en los servicios de bienestar y salud pública.

Simultáneamente, se aplicará una mayor presión tributaria, lo que podría suponer unos ingresos adicionales de otros dos billones de liras.

No obstante, en medios políticos se considera que los detalles concretos del plan oficial habrán de ser objeto de arduas negociaciones de tipo político, tanto con los partidos que apoyan al Gobierno como con los sindicatos.

Como se recordará, el director del Fondo Monetario Internacional para Europa, Alan Whittone, afirmó en unas recientes declaraciones que Italia tenía la posibilidad de reducir la tasa de inflación a una cifra de un solo dígito a finales del año próximo, siempre y cuando se llevara a cabo una reducción «sustancial» del déficit público y se recortaran de modo sensible los incrementos salariales.

En el informe elaborado por Whittone se hacía una severa crítica a la escala móvil de salarios, sistema empleado en Italia, y mediante el cual los incrementos de retribuciones se acompasan automáticamente a los del índice de inflación.