La paralización del tráfico en los aeropuertos europeos no terminará hasta mañana
Centenares de miles de viajeros siguen atrapados en los aeropuertos europeos, en espera de iniciar o concluir sus vacaciones, como consecuencia de la huelga salvaje que mantienen desde el pasado) viernes los controladores del espacio aéreo francés. La situación se complicó durante la jornada de ayer, al prohibir las autoridades argelinas sobrevolar su espacio aéreo, con lo que los aeropuertos españoles, especialmente afectados por la huelga, vieron agravada su situación. Hasta el momento, la postura de los controladores y de la Administración francesa se mantiene firme. La preocupación en medios turísticos españoles va en aumento y la Subsecretaría de Aviación Civil ha extremado sus medidas para intentar paliar la comprometida situación en los aeropuertos nacionales. En el de Orly, en París, la situación se agravó notablemente a últimas horas de ayer.
Tras un fin de semana muy difícil, la situación en España mejoró temporalmente a mediodía de ayer, al relajar su actitud los controladores franceses. Durante el fin de semana, sólo se permitió el despegue de dos aviones cada hora desde el aeropuerto de Palma de Mallorca -el más afectado de los europeos-, al tiempo que se desviaban hacia él mulútiud de vuelos a los que no se permitía el acceso al espacio aereo galo. La situación llegó a tal punto que las autoridades de Son San Juan -el aeropuerto mallorquín- hubieron de decretar el cierre temporal de sus pistas a la entrada de vuelos, dirigiéndolos a los de Menorca e Ibiza y posteriormemte a los de Reus, Gerona y Barcelona, a medida que la saturacion respectiva se iba produciendo. A mediodía de ayer, los controladores franceses permitieron el despegue de hasta catorce aviones por hora desde Mallorca, con lo que la situación tendía a normalizarse. Sin embargo, hacia las 7.30 de la tarde, la restricción volvió a implantarse, hasta el punto de no admitir más que cuatro vuelos por hora, procederws de todos los aeropuertos españoles.En total, se calcula en unos quinientosel número de aparatos retenidos en los distintos aeropuertos europeos, con destino primordialmente hacia España, ya que para acceder a la Península es imprescindible sobrevolar el espacio aéreo francés. Algunas compañías estudiaron durante el fin de semana la utilización de rutas alternativas, bordeando el espacio francés, aun teniendo en cuen la el mayor consumo de combustible, lo que resulta especialmente gravoso para las compañías charter, en virtud de sus costes más ajustados. Sin embargo, algunos pilotos expusieronsus reservas a ello, debido a la existencia de numerosas zonas sin control, lo que implica numerosos riesgos a la hora de sobrevolarlas. Esto se vio además agravado a raíz de la negativa argelina a admitir vuelos desviados a su espacio aéreo. Esta postura argelina fue motivo de una enérgica protesta diplomática por parte española, desestimada sin embargo por las autoridades de Argel.
La situación en los distintos aerepuertos turísticos españoles era de visible impaciencia y nerviosismo a últimas horas de la tarde de ayer. Las complicaciones previsibles han podido ser en parte evitadas merced a la cooperación de tour operadores y hoteleros, especialmente en Palma de Mallorca, donde se retiene a los turistas en las habitaciones de sus hoteles, en espera de que pudieran llegar a la isla los aviones que deben transportarlos. La mayor parte de los turistas que deberían haber abandonado los núcleos turísticos españoles se han encontrado con una prórroga en su estancia en España, ocupando las plazas de quienes todavía permanecen en Centroeuropa, en espera de iniciar su descanso. A última hora de ayer, la Subsecretaría de Aviación Civil cursó instrucciones a todos los aeropuertos afectados para que se habilitaran salas especiales para alojar a los pasajeros en espera y les fueran servidos alimentos gratuitamente.
Repercusión turística
Hasta el momento, la repercusión real a la industria turística española no ha sido excesivamente grave. No se tienen noticias de cancelaciones o desvíos en los vuelos programados para España. Las pérdidas más importantes las deberán soportar las compañías aéreas, especialmente las dedicadas a vuelos charter, ya que normalmente tienen programada con muy escaso margen.
El riesgo para la industria turística española radica en la posibilidad de que los efectos de la huelga se amplíen y la traída de turistas a España se vea prácticamente imposibilitada por un espacio dilatado de tiempo. En tal caso, miles de personas se quedarían sin poder disfrutar sus vacaciones este año, ya que prácticamente toda la cuenca mediterránea se encuentra saturada y ni todas las camas disponibles en Grecia serían suficientes para albergar a los turistas con destino potencial en Mallorca. En medios autorizados de la Administración se calificó de descabellada la pretensión de mostrar el conflicto de los controladores franceses como un ataque a la industria turística española. Los mismos medios recordaron que Francia no es en estos momentos competidor turístico de España y que los restantes países de la cuenca mediterránea difícilmente podían influir en el tema.
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