No habrá nuevas transferencias, a la Generalidad hasta el otoño próximo
«No habrá ningún tipo de transferencia efectiva de la Administración central a la Generalidad hasta por lo menos el próximo otoño», manifestó a EL PAIS una fuente de la propia Generalidad, competente en el tema de los traspasos. La fuente precisó que dado el callejón sin salida en que se encuentra la comisión mixta es muy posible que antes de aquella fecha se efectú en las valoraciones económicas de los decretos de transferencia del pasado 17 de junio, así como las correspondientes a las resoluciones del último Consejo de Ministros.La fuente recordó que la comisión mixta tenía que haberse reunido a finales de junio, fecha que fue sustituida por el 10 de julio y luego por el 31 de julio. Ninguna de estas reuniones se han llevado a cabo. Paralelamente se ha producido un claro deterioro de los contactos sostenidos a nivel de subcomisión.
Esta falta de transferencias por parte del Estado se complementa con la falta de traspasos procedentes de las diputaciones catalanas, así como por la absoluta inoperancia en que se encuentra actualmente la Diputación de Barcelona.
Sobre este último particular, personas que hasta la fecha formaban parte del equipo directo de colaboradores de Tarradellas se dirigieron a EL PAIS para informar de la sorprendente falta de actividad que caracteriza el conglomerado que forman la Generalidad de Cataluña y la Diputación de Barcelona, instituciones ambas presididas por Tarradellas.
Las fuentes afirmaron taxativamente y apoyándose en hechos que «los sectores más bunkerianos de la Diputación de Barcelona ven reforzada su posición como consecuencia de la política personal de Tarradellas». Afirmaron que «el presidente de, la Generalidad ha desautorizado frecuentemente en público al propio secretario general de la Generalidad, Josep María Bricall, enfrentándole al nuevo hombre fuerte de la Diputación, el oficial mayor José María Esquerda, quien ve aumentar cada día su poder».
Bricall es un joven profesor de convicciones claramente izquierdistas. Su amistad personal con Tarradellas se remonta a muchos años atrás. Este hecho es paralelo al distanciamiento habido entre el consejero de Gobernación, Frederic Rahola y Tarradellas. Rahola fue considerado durante años la persona más próxima a Tarradellas, pero ahora, en cambio, fuentes muy directas señala.ron que le es dificil despachar con el presidente en privado.
Escasa actividad
Las fuentes antes citadas añadieron que los denominados «hombres del presidente» -por lo general jóvenes universitarios de izquierda, colaboradores de Tarradellas cuando éste estaba aún exiliado- «se entretienen pasando a máquina las entrevistas efectuadas a Tarradellas desde que éste llegó a Cataluña». Uno de estos «hombres del presidente» afirmó textualmente: «Hernos dejado de ser civil servant (en inglés "funcionario público") para pasar a ser sólo servants (en inglés, sirvientes).»Por otro lado, funcionarios de la Diputación de Barcelona manifestaron, apoyándose en datos muy concretos y precisos, que «se ha producido un increíble descenso de nuestra actividad laboral». Precisaron departamentos concretos en los cuales no ha entrado ningún proyecto desde que Tarradellas regresó del exilio. Añadieron también que Tarradellas se opuso formalmente -desautorizando, con ello, a Bricall- a que miembros del servicio técnico de la Diputación pasaran a la Secretaría General de la Generalidad.
Precisaron también que el presupuesto de la Diputación de Barcelona, recientemente aprobado, supone la aceptación de un déficit de 2.000 millones de pesetas, sin que al mismo tiempo se dé a conocer el procedimiento que podrá utilizarse para enjugar este déficit. Resaltaron también la contradicción entre la importancia de este presupuesto y el número de funcionarios de la Diputación de Barcelona -unos 4.500- con la disminución radical de su trabajo cotidiano.
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