Mario Soares, dispuesto a pasar a la oposición
Los socialistas portugueses parecen dispuestos a pasar a la oposición, según afirman algunos círculos próximos de la dirección del partido. La decisión sobre esa posibilidad, acerca de la que aún existen muchas dudas, será discutida por la comisión directiva en una próxima reunión, para la que aún no se ha fijado fecha.La denuncia por parte del Centro Democrático Social (CDS) del pacto político concluido en enero con los socialistas, ha obligado al presidente Eanes a iniciar los Márnites para el relevo de Mario Soares y de su gabinete, ahora compuesto exclusivamente de socialistas e independientes. El Consejo de la Revolución, que debe ser consultado en la materia, tendrá que pronunciarse sobre el alejamiento del actual primer ministro o renovarle la confianza en ese caso a la cabeza de un nuevo elenco, en el que los tres demócratas cristianos dimisionarios aparecen sustituidos, respectivamente, por Almeida Santos, ministro adjunto del jefe de Gobierno, en el Ministerio de Reforma Administrativa; Mario Soares, en Asuntos Exteriores; y Víctor Constancio, ministro de Finanzas, en Comercio.
Es probable que el Consejo de la Revolución y el presidente Eanes pongan de nuevo en funcionamiento la fórmula socialista homogénea, que fracasó en diciembre pasado. Queda, sin embargo, por explicar la intransigencia de Mario Soares, que contrasta con los esfuerzos desplegados a última hora por los demócratas cristianos para evitar la ruptura de la alianza política entre los dos partidos.
Mientras Freitas do Amaral insistió, al salir del último encuentro con Mario Soares -y en presencia del jefe del Estado-, sobre los resultados «positivos» del acuerdo y anunció que el CDS no va a declarar la guerra al Partido Socialista, Mano Soares excluyó la posibilidad de reanudar conversaciones con sus aliados de la víspera, ya que «si el acuerdo no ha podido ser desarrollado sobre la base del pacto existente, mucho menos va a ser posible ahora, con la crisis abierta».
Presidencialismo
Todo sugiere por ahora que los socialistas se disponen a jugar una vez más la carta que tan buenos resultados les ha dado hasta hoy. Con la actual relación de fuerzas existente en el Parlamento, no se, puede formar un Gobierno mayoritario sin la participación de los socialistas, y mucho menos un Gobierno estable contra ellos. La polémica reiniciada estos días entre el PSD, por un lado, y el PS y el CDS por el otro, parece descartar cualquier fórmula de recambio: PS-PSD, PSD-CDS (ésta sería de todas maneras minoritaria) o el famoso Gobierno de salvación nacional «a tres», propuesto por Sa Carneiro. Le resta al presidente Eanes la perspectiva de constituir un gabinete de «gestión», integrado por tecnócratas o personalidades «independientes», sin representatividad partidaria, bajo su responsabilidad directa. Este es el sueño de los «presidencialistas» civiles y miliitares, y tal vez la única salida posible en este momento. Pero esta fórmula no contará con el respaldo abierto de los partidos, Y puede provocar la hostilidad declarada del Partido Socialista, que declaró en diversas ocasiones que el presidencialismo supondría el comienzo del fin de la democracia. Los socialistas han decidido pues, por un audaz golpe de efecto, invertir los términos del problema. Responsables de todo y objeto de las presiones más diversas, colocan al país frente a la opción de un Gobierno socialista o las elecciones anticipadas.
«La única alternativa»
«Creemos que la única alternativa son esas elecciones», declaró ayer el socialista Joao Gomes, secretario de Estado de Comunicación Social, para quien «se ha puesto en marcha una conspiración de derecha para llegar al Poder por la vía de los hechos. »« Los socialistas no abandonarán voluntariamente el poder -añadió Gomes- porque tienen conciencia de los peligros de un vacío político en estas circunstancias. »
Para el portavoz oficial del Gobierno no hay «democracia posible sin los socialistas» y éstos rechazan, por igual, una solución de «Frente Popular» y un Gobierno de «salvación nacional»; una fórmula «presidencialista» no tendría, a su criterio, «ninguna posibilidad de ser aprobado por el Parlamento». A un periodista que le preguntó si su partido aceptaría mantenerse en el Gobierno con el único apoyo de los comunistas, Gomes expresó: «Todos los partidos representados en el Parlamento son democráticos. Aceptamos el apoyo de cualesquiera de ellos.»
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