La "cumbre" de Bonn, primer gran éxito de la Trilateral
Antes de Bonn, en Bonn y después de la cumbre de los «siete grandes» del mundo occidental en la capital de la República Federal de Alemania, la palabra «Trilateral» ha conocido su primer gran éxito de popularidad. Algunos órganos de peso de la opinión internacional, como el diario francés Le Monde han considerado incluso que la «Trilateral se ha institucionalizado » en Bonn. Para no pocos aún el vocablo continúa siendo «algo» brujo o misterioso. La Trilateral es, simplificando, la coalición del dinero del mundo capitalísta frente a cualquier atentado contra el statu quo político que garantiza su supervivencia.La Trilateral fue fundada y financiada en 1973 por David Roekefeller, el presidente del Chase Manhattan Bank americano. Su razón social es Comisión Trilateral. Está integrada por unas doscientas personalidades americanas, de Europa del Oeste y japonesas: de aquí precisamente el apellido Trilateral. Dos docenas de miembros pertenecen al equipo del actual presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, y en su momento se subrayó el papel no despreciable que jugó la Trilateral en la elección del gobernador de Georgia.
El vicepresidente, Walter Mondale; el secretario de Estado, Cyrus Vance, y, sobre todo, el ya célebre consejero del presidente Carter Zbigniew Brzezinski, que la dirigió un tiempo, pertenecen todos a la Trilateral, de igual manera que todo el «gotha» de los negocios americanos.
Los miembros europeos y japoneses proceden de la misma hornada político-económica beligerante. El industrial del automóvil italiano Giovanni Agnelli, el presidente de la Unión Federal de la Industria Alemana, Gunther Sohl; el primer ministro francés, Raymond Barre; el banquero Edmond Rothchild, el hermano del presidente francés Olivier Giscard d'Estaing, así como todos los grandes de la industria y de la banca militan en la Trilateral.
Guardianes de Occidente
Oficialmente, el objetivo de esta organización consiste en agrupar a «todos los que se consideran guardianes y defensores de Occidente frente a la ofensiva-marxista-leninista». Un documento, elaborado por el actual consejero del señor Carter, el ya citado Brzezinski, que levantó una polvareda regular cuando le fue descubierto al público por algunos iniciados, matiza más aún las tareas de la Trilateral: «Los intelectuales (de Occidente, se entiende) y sus allegados se manifiestan asqueados por la corrupción, por el materialismo y por la sumisión de los Gobiernos democráticos al capitalismo de monopolio. Esto es un desafío y el peligro que representan estos contestatarios es tan serio, por lo menos, como el que constituyó el comunismo en el pasado. Los líderes políticos, igualmente, dudan a veces de la legitimidad de su poder y se plantean problemas sobre la legitimidad de la jerarquía, de la coerción, de la mentira, procedimientos todos ellos que, en cualquier caso, son los atributos inevitables de un Gobierno. El declive político no es imposible y puede favorecer una lucha por el socialismo.>>
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