La isla de Cabrera se convertirá en parque natural

Mañana, viernes, se reunirán en Palma los miembros de la comisión de conservación de Cabrera para iniciar los trabajos de declaración de la isla en un parque natural y evitar que la quinta isla del archipiélago balear, en cuanto a extensión, pueda convertirse en un futuro próximo, y al igual que ha pasado con la Dragonera, en una urbanización turística, dada su proximidad a Mallorca y los bellos parajes aún vírgenes que posee.La comisión de conservación de Cabrera está formada por quince miembros bajo la presidencia de honor del capitán general de Baleares, dado que la isla, que en un tiempo perteneció a la familia Feliú de Cabrera, está considerada como territorio militar, y sus únicos habitantes son el torrero del faro y los componentes de una guarnición militar. El presidente efectivo de esta comisión es Félix Rodríguez de la Fuente, y junto con él forman la comisión el presidente de Adena, Julio Rodríguez Villanueva; Ignacio Docabo, catedrático de Biología de la Universidad de Valencia; Rafael Alvarado, zoólogo; Joaquín Araújo, ornitólogo; Miguel Fisac, arquitecto-urbanista; Jaime Rives, submarinista; Carlos Llandres, fotógrafo-naturalista, y representantes del Ayuntamiento de Palma, Diputación de Baleares, Laboratorio Oceanográfico, Sociedad de Ciencias Naturales de Madrid y Baleares y varios representantes de Adena.

Las conversaciones para la transformación de Cabrera en un parque natural están ya muy adelantadas, y estas reuniones se prolongarán durante todo el fin de semana, incluyendo una larga visita a la Isla y la proyección en el auditorium de Palma de la película de Rodríguez de la Fuente Cabrera, paraíso insular. Es posible que en el transcurso de las mismas se anuncie un programa y el calendario para la creación de un gran parque natural dentro de una posición militar como es actualmente la isla de Cabrera.

Este parque natural no tendrá ningún fin comercial, sino simplemente el de la defensa de la fauna y flora autóctonas y la protección del paisaje, creando así un atractivo más para el turismo que llega al archipiélago.