_
_
_
_

El presidente Giscard inicia tres días de visita oficial a Portugal

El presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, llegó ayer a Lisboa acompañado de cuatro de sus ministros para una visita oficial de tres días a Portugal. El programa prevé, además de los actos protocolarios, dos reuniones de trabajo entre los presidentes, un encuentro con Mario Soares y diferentes reuniones a nivel de Gobierno.

La visita ha sido precedida por una serie de entrevistas concedidas por el presidente francés a los principales periódicos portugueses. A través de ellas se conocen los principales temas que serán abordados en las conversaciones: África, ampliación del Mercado Común y la situación de los emigrantes portugueses en Francia.En relación a la controvertida candidatura portuguesa a la Comunidad Económica Europea, Giscard d'Estaing se esfuerza en deshacer la impresión negativa creada por las reticencias francesas a la ampliación de la CEE. Afirmó que Francia apoyó siempre la decisión política de los dos países de la península Ibérica de unir sus detinos a Europa, y añadió que su ingreso permitirá una mayor unidad y un mayor equilibrio al viejo continente.

Pero se trata ahora de discutir los detalles técnicos de manera que no se comprometa la delicada situación económica de los actuales miembros del Mercado Común. Se trata, pues, de un «sí, pero»: con previa revisión del tratado de Roma y diez años, al menos, de transición para que los candidatos adapten sus políticas económicas a las vigentes en la CEE.

Lejos de satisfacer a los portugueses, esta insistencia del presidente francés en juntar los casos de España y Portugal está provocando irritación en Lisboa. Hace días Mario Soares insistía, una vez más, sobre el hecho de que España tiene una industria y un desarrollo económico que pueden, razonablemente, preocupar a los miembros de la CEE, pero que estas razones no pueden ser utilizadas en el caso de Portugal.

Divergencias

Las divergencias en relación al Mercado Común no van, seguramente, a resolverse en unas horas de conversaciones, y Portugal sigue confiando en sus otros padrinos europeos, como Alemania e Inglaterra, para vencer las reticencias francesas.

La economía portuguesa se encuentra, además, demasiado dependiente de la francesa para que Portugal pueda ejercer la menor presión sobre el Gobierno de París. El aspecto más importante de esta dependencia, y acerca de la cual el presidente Eanes ya anunció que iba a desarrollar los mayores esfuerzos, es la presencia de cerca de un millón de portugueses en Francia. Su trabajo representa unos ingresos de cerca de 20.000 millones de pesetas al año en divisas, y su regreso a Portugal sería una auténtica catástrofe para la economía portuguesa.

Otro tema también desarrollado por Giscard d'Estaing es el de África. Declaró su intención de «conversar con los dirigentes portugueses sobre varios problemas internacionales relacionados con este continente para tratar de llegar a posiciones comunes». El presidente francés se mostró muy interesado en convencer los dirigentes portugueses del carácter puramente defensivo de las más recientes intervenciones militares francesas en África.

Este punto de vista no está compartido por la izquierda portuguesa, que se muestra muy reservada, a pesar de que Giscard afirmó que apoya la aproximación registrada en los últimos tiempos entre Portugal y sus antiguas colonias africanas. «Francia y Portugal, por razones históricas, tienen un papel particularmente importante a desarrollar como puente de comprensión entre Africa y Europa», dijo Giscard.

Deuda exterior portuguesa

Otro de los temas que influirá en la cuestión de la adhesión de Portugal a la CEE, y que seguramente será analizado en detalle en las entrevistas que Giscard mantendrá en Lisboa, es el de la situación económica portuguesa. Sobre este tema se firmó ayer un nuevo préstamo internacional a Portugal, en cuyo acto el ministro de Finanzas de Portugal Víctor Constancio, afirmó que la deuda exterior portuguesa se duplicará en los próximos seis años.

A su juicio, este incremento estará provocado por las necesidades del crecimiento económico y la lucha contra el desempleo.

Constancio firmó ayer en Lisboa un préstamo de 150 millones de dólares facilitado por un consorcio de bancos de Alemania Federal, Francia y Japón, que prevé un plazo de siete años para su total reintegración, con un tipo de interés calculado en eurodólares fluctuantes y con un margen del 1 % para los bancos que hacen el préstamo.

Al referirse a esta operación, la primera realizada directamente por el Estado portugués en el mercado financiero internacional, el ministro anunció que Portugal recibirá en breve un nuevo préstamo de trescientos millones de dólares de bancos americanos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_