Juicio en Nueva York por impedir el nacimiento de un niño concebido en laboratorio

Un matrimonio ha acudido a los tribunales de Nueva York para presentar una demanda por millón y medio de dólares, unos 120 millones de pesetas, en concepto de indemnización, ante el hecho de que en 1973 un médico destruyó el niño que estaban engendrando en un laboratorio.La vista va a tener lugar cuando apenas quedan dos semanas para que nazca en Inglaterra el primer niño del mundo engendrado en un tubo de ensayo.

John y Doris del Río, de Florida. resaltan en la demanda que el médico. maliciosa y arbitrariamente, abrió el tubo de ensayo que contenía el niño embriónico tres días antes de la fecha prevista para que el embrión fuera implantado en el útero de la señora del Río. El doctor Raymond Vande Wiele, ex jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del centro médico presbiteriano de Columbia, declaró ante el tribunal que él dispuso la destrucción del embrión. Justificó su decisión con la consideración de que los médicos encargados del proceso de fertilización carecían de la suficiente destreza y preparación para realizar con éxito tal proyecto.

La demanda presentada en Nueva York por el matrimonio Del Río, cuya vista se inició ayer en un tribunal federal de Manhattan, amenaza con desembocar en un debate sobre la ética de si los niños deben ser concebidos fuera del cuerpo de la madre. Numerosos teólogos católicos han calificado el procedimiento de violación inmoral de la ley natural.

El doctor Vande Wiele añadió en sus declaraciones que le consideró obligado a asegurarse de que los médicos a sus órdenes actuaran conforme a la ética reconocida de la medicina. Él matrimonio Del Rio resalta en la demanda que el colegio de médicos de Inglaterra había calificado la fertilización en tubo de ensayo como «altamente moral y ética».

Elección del sexo antes de nacer

Según los estudios realizados por dos médicos franceses, con la simple aplicación de un régimen alimentario se puede hoy determinar el sexo de los niños al nacer, comunica Efe desde París.Jacques Lorrain, ginecólogo del hospital del Sagrado Corazón de Montreal (Canadá) y José Stolkoskski. doctor y profesor de físiología en el instituto parisino Pierre et Marie Curie, afirman que basta con que la futura madre siga estrictamente un régimen alimentario a base de sodio y potasio, es decir, alimentos salados, en el caso de que desee un niño. Si, por el contrario, los padres desean una niña, la futura mamá deberá seguir un régimen alimentarlo de signo opuesto, a base de calcio y magnesio, es decir, productos lácteos, huevos, mantequilla, leche, nata, etcétera. El futuro padre podrá comer lo que quiera, indican los dos médicos franceses: su alimentación no incide para nada. Lo único dominante es la alimentación de la mujer.

Este régimen debe ser aplicado, para que tenga efecto, seis semanas antes de la concepción. En el caso de mujeres que siempre hayan parido hijos de un mismo sexo, el régimen deberá empezarse tres o cuatro meses antes de la concepción.

El doctor Jacques Lorrain realizó una experiencia en Montreal con 216 mujeres, aplicando este con método para escoger el sexo de los futuros recién nacidos. Los resultados fueron ampliamente satisfactorios, ya que 11 de ellas, es decir, un 81 %, parieron hijos del sexo que habían escogido.

Por su parte, el doctor Stokowski repitió una experiencia análoga en París. El resultado fue positivo en el caso de 27 mu jeres en un total de 31, es decir, un 87 por ciento.