El tema de Canarias puede quedar congelado en la "cumbre" de la OUA
El tema de las islas Canarias va a quedar en cierto modo «congelado» en la reunión de jefes de Estado africanos que se iniciará el próximo martes en esta ciudad. Esta es la opinión generalizada entre las delegaciones asistentes al Consejo de Ministros de la Organización para la Unidad Africana (OUA), si bien se destacan distintos matices.
Se desconoce, por el momento, el texto que la asamblea ministerial va a proponer a la cumbre en relación con el archipiélago canario, pero en líneas generales, ha de aconsejar la consideración de Canarias como «territorio no autónomo». después de explicar que por su situación geográfica. y a la vista de la carta de la OUA, se trata de un territorio africano.La resolución acordada en Trípoll el pasado mes de febrero incluía también solicitar de los jefes de Estado ayuda moral y material para el Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (IMPAIAC), en tanto no fuera oficialmente reconocido como un movimiento de liberación. También aconsejaba pedir a los países vecinos de Canarias que facilitaran el tránsito de los «combatientes» del MPAIAC.
Los mencionados «combatientes» no van a tener, desde luego, paso franco por Marruecos, Mauritania y Senegal, únicos vecinos africanos del archipiélago canario y a su vez defensores de su españolidad.
El apoyo al MPAIAC, en opinión de los observadores, también hay que descartarlo, y con mayor motivo su hipotético reconocimiento. Queda la cuestión de la posible consideración de Canarias como colonia española, y en tal caso el ulterior envío del asunto al Comité de los Veinticuatro (o de descolonización) de Naciones Unidas.
La situación
La situación en este extremo es, a grandes rasgos, como sigue:
Siete países se han mostrado decididamente partidarios de la españolidad de las islas, a los que se ha de agregar Mauritania, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Uld Laghela, presidirá en la cumbre la delegación de su país. Cuatro países se han alineado con Argelia -Benin, Mal¡, Santo Tomé y Mozambique- y entre los 37 restantes hay una amplia división de opiniones.
Algunos consideran que no hay suficiente información sobre la situación de Canarias, otros ponen en duda la representatividad del MPAIAC y otros, en fin, consideran que el tema no merece la pena de ser tratado cuando Africa tiene tantos y tan graves problemas que nadie es capaz de resolver.
Habrá también, sin duda alguna, actitudes favorables a la causa que defiende Argelia. Pero no se sabe bien qué cambios puede haber en la política argelina tras la dilatada visita del ministro de Asuntos Exteriores de aquel país, Abdelaziz Buteflika, a París, donde se ha entrevistado largamente con el presidente Giscard. Precisamente será el señor Butellika el presidente de la delegación argelina en la cumbre.
"El asunto de Canarias se ha desinflado notablernente desde Trípoli a Jartum». manifestó un delegado cuyo país parece adoptar una postura neutral en el tema. Por otra parte. entre las filas de la Diplomacia española desplegada en esta capital cunde un moderado optimismo.
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Optimismo español ante Jartum
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En contraste, el representante del MPAIAC, Domingo Acosta, segundo de a bordo de Antonio Cubillo -quien sigue en el hospital de Mustafá, de Argel. haciendo ejercicios de recuperación- deambula como alma en pena por los pasillos del palacio de la Amistad. Pese a que responde a todo el mundo que los asuntos de su organización van bien, se le nota contrariado y pesimista, en contraste con su exultante aspecto de Trípoli.
Da la impresión de que Argelia ha recogido velas y va a encarar el futuro desde un plano más amistoso para con sus vecinos: el viaje de Buteflika a París es sintomático y no ha de tardar en producirse algún acercamiento por parte española. El clima de radicalización que ha enmarcado los debates del Consejo de Ministros, aunque se modere considerablemente entre los jefes de Estado, va a dejar pocas oportunidades a los consensos sobre temas concretos. Las unanimidades se reservan para los planteamientos vagos que a nada ni a nadie comprometen. En este contexto, no parece lógico que la cumbre entierre el asunto de Canarias, ni que tampoco lo enarbole como banderín de enganche, dado que hay una clara división de los puntos de vista africanos sobre el archipiélago.
La opinión de los pasillos de la conferencia es que la cumbre solicitará más información sobre la realidad canaria al Comité de Liberación, posiblemente lamentando que las autoridades españolas no hayan accedido a que una comisión de encuesta de la OUA visite el archipiélago y pidiéndolo una vez más.
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