El deporte, en los Presupuestos Generales
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El Consejo Superior de Deportes ha suelto a caer en la tentación de mantenerse al margen de los presupuestos generales del Estado. En el artículo 17 del borrador -tercera redacción-de la Ley General del Deporte a la Educación Física pretende que sus recursos fundamentales le lleguen a través del Estado y a través de apuestas mutuas. De éstas especifica que el porcentaje a percibir no será inferior del 22%.
El deporte español debe cambiar de orientación. Hasta ahora ha vivido de sus propios recursos porque el Estado le ha dedicado escasa o nula atención, pero por el contrario, sus fondos no han sido siempre distribuidos de un modo satisfactorio por la ex DND. Hay una notable desconfianza del Consejo Superior de Deportes hacia lo que suponga una regularización en materia económica. La experiencia, efectivamente, demuestra que ha habido desdén hacia todo aquello que supusiera auténtica promoción deportiva y en cambio, desde la altas esferas del Gobierno se ha utilizado cuanto de positivo y brillante ha tenido nuestro deporte.
El deporte, tanto si en el futuro pertenece al Ministerio de Educación -que ese es otro tema a tratar- como al de Cultura, ha de ser un estamento más. No tiene que buscar excesivas singularizaciones. Su presupuesto debe estar junto a los demás y el Ministerio de Hacienda ya resolverá la manera de cubrir sus necesidades. A través de las quinielas o a través de otros ingresos posibles.
El Consejo Superior de Deportes presupone en su borrador el reparto de un porcentaje de las quinielas a las diputaciones provinciales. Este no es un tema que le compete. Los dineros de las autonomías que se sepa, no necesitan el patrocinio del CSD
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