Martín Villa afirma que no se echará tierra al asunto de Rentería

«Yo he despachado esta tarde con el general Timón de Lara, jefe de la Policía Armada, y puedo asegurar que sus jefes no querían echar tierra al asunto, sino aclararlo. Mañana mismo sabremos las decisiones que se han adoptado», afirmó anoche el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, durante una rueda de prensa que mantuvo en TVE, y al responder a una pregunta sobre los sucesos de ayer tarde en Rentería.

El señor Martín Villa, que calificó la actuación de una compañía de la Policía Armada como «absolutamente incomprensible y grave», afirmó que tal actuación era rechazada por sus jefes y que se juzgaría dentro de] ámbito militar que tienen estas fuerzas.El ministro del Interior mantuvo la rueda de prensa, dirigida por Luis Angel de la Viuda y en la que participaron los directores de los diarios Ya y Diario 16, Alejandro Fernández Pombo y Miguel Angel Aguilar, y los de las agencias Efe y Europa Press, Gonzalo Velasco, y Luis Herrero Losada, respectivamente.

Al enjuiciar el conjunto de los acontecimientos de la semana pasada en el País Vasco y en Navarra, el señor Martín Villa comenzó por decir que «debo reconocer claramente que hubo error en la primera información dada por el Gobierno Civil de Guipúzcoa» -se refería al hecho de que el joven muerto en San Sebastián lo había sido por elementos civiles, según se dijo en una primera versión-, pero, prosiguió el ministro, «pienso que no hay que medir los sucesos de estos días por los de simples sucesos. En Pamplona se preparaba la agitación desde hace tiempo». «Ahí -dijo- está el origen de lo ocurrido. Ha podido ser desafortunada la entrada de las fuerzas del orden en la plaza de toros, pero los errores no puedenjustificar ni el no ejercicio de la autoridad posterior ni la falta de respeto a la autoridad.»

El interrogante sobre el deterioro de imagen de las fuerzas de orden público en el País Vasco, frente a la mejora en el resto del país, lo explicó el señor Martín Villa, reconociendo que, efectivamente, «en estos dos años se ha ganado mucho, e mpezábamos a ver las fuerzas de orden público no como represoras de libertades, sino como garantes del ejercicio de esas libertades. Es claro -dijo- que la imagen ha cambiado. Incluso en el País Vasco había cambiado la imagen y creo que los sucesos de estos días se convierten en obstáculo importante, pero es necesario que ese obstáculo lo resolvamos entre todos».

Policías autónomas

En este punto, el ministro del Interior dijo que había que avanzar mucho. Y que no puede parecer que se hacen concesiones en momentos de tensión como una cesión por debilidad. «Yo entiendo -dijo- que el orden público es un conjunto y es una de las funciones esencialesdel Estado.» «Cuandose habla de la policía autóctona -dijo- yo creo que se está pensando en una policía para el orden en las calles, para asegurarla convivencia cotidiana, los servicios, él tráfico, la calle, en definitiva, pero no en los grandes servicios técnicos -investigación criminal, fronteras, delitos fiscales-, de los que no puede declinar el Estado.»

Abordó también el tema de la oficialidad de esas posibles fuerzas autónomas para el orden público y dijo que sería deseable que estuviesen mandadas por oficiales del Ejército de origen vasco. «Creo -concluyó- que pueden ofrecer buenos resultados en la pacificación de la calle.»

Se refirió más tarde a los pasos que el Gobierno había dado en su política hacia el País Vasco, y resaltó la legalización de hecho de la íkurriña, la derogación del decreto del 37, en el que se trataba de traidoras a las provincias vascas, y, sobre todo, a la amnistía.

Aseguró que las fuerzas representatívas del País Vasco no pedían ni habían planteado nunca ni el separatismo ni la autodeterminación y que «con esa frontera abordaremos todos los problemas».

Se le preguntó si se iba a tolerar que ETA apareciese como vengadora de los desmanes y de los posibles errores de las fuerzas de orden público en el País Vasco, y, respondió que «ETA, evidentemente, intentará lucrarse criminalmente de algunos errores». Y al abordar su negativa a las depuraciones en las fuerzas del orden y al riesgo de que también se negase a exigir responsabilidades, cuando fuera necesario, afirmó que «yo me niego a depuraciones, pero eso no obsta para que se exijan responsabilidades, pero sin politizar esto excesivamente». Son cuestiones -dijo- que «deben resolverse en el marco corporativo de los propios cuerpos, en el ámbito profesional en. el que se producen».

-Explicó que él había defendido el carácter militar de la Policía Armada porque «creo que las virtudes militares son importantes entre las fuerzas de orden público», y «desde ese ángulo deben corregirse además estos problemas y en eso están los jefes de la Policía Armada». «Pero esos errores -siguióson parte de un todo; los servidores del orden público viven en una situación de hostigamiento en el País Vasco, no quiero con ello justificar los errores, pero sí ponerlo de manifiesto.»

Concluyó expresando su convencimiento de que los resultados del 15 de junio reílejan el sentir polítice, del pueblo vasco, que en todios los momentos del proceso dernocrát co han aparecido i ntenLos desestabilizadores, conio ahora ocurre durante los debates constitucionales, y afirmó que en la contraposición de los errores de las Cuerzas de orden público y las actuaciones terroristas, había que afirmar que «lo nuestro serán errores. lo otro son crírnenes».