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Ha muerto Alfonso Paso

Un virtuoso aficionado a lo vulgar

«Alfonso Paso ha sido, dentro del teatro español cómico de la penúltima hora, el más extraordinariamente dotado para escribir teatro. Resulta por ello doloroso que haya elegido, en contra de su propio talento, hacer un teatro de limitadas significaciones, de contenido poco importante y de nivel elemental, renunciando a transformar revolucionariamente desde dentro el teatro público español actual.»Este juicio del profesor Francisco Ruiz Ramón resume la visión general que sobre Alfonso Paso y su producción teatral -más de trescientas obras- han dado estudiosos y críticos del teatro español.

Alfonso Paso fue, sin embargo, un hombre polifacético. Su vida -nació en Madrid en 1926- la dedicó también al cine, como guionista y actor; al periodismo, como entrevistador y articulista; a la canción, a la medicina, a la psiquiatría, a la televisión. «Estudié Filosofía y Letras -contaba- y me licencié con premio extraordinario en las secciones de Historia. Después empecé la carrera de Medicina. Pero la dejé, me parece, con doce asignaturas, porque no pude aprobar las prácticas de anatomía. O sea que las dos carreras que tengo son las de Periodismo y la de Filosofla y Letras. Historiador, vamos. »

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Alfonso Paso hizo también dos cursos de Egiptología y estudió doce años Psiquiatría con el doctor Angel Suil.

En la televisión ya aparecía en los primeros tiempos, cuando el centro emisor se encontrarse en el paseo de La Habana. Antes que en España había hecho televisión en Argentina y México. Además había vendido programas para Canadá y había trabajado en la televisión de San Francisco (Estados Unidos). En 1952 contrajo matrimonio con Evangelina Jardiel, hija del famoso autor, de la que se separó dos años más tarde.

Estrenó su primera comedia en un acto, Un tic-tac de reloj, el día 31 de enero de 1946 en el teatro Infanta Beatriz, de Madrid. Desde entonces se han representado más de trescientas obras suyas, entre las que más de cien pueden señalarse como éxito de público, ya que han superado las doscientas representaciones. El culmen de su expresión como autor de teatro lo alcanzó en la temporada 1971-1972, durante la que mantuvo en cartel en Madrid siete obras al mismo tiempo. En la actualidad mantiene en Madrid dos obras, una comedia en el teatro Valle Inclán (Cosas de papá y mamá) y una obra de café-teatro (Los últimos cachondos) en el Stefanis.

Su producción se ha traducido a varios idiomas, entre ellos, al francés, italiano, inglés, japonés, sueco, húngaro, polaco, checoslovaco y portugués.

Unido ideológicamente a Falange Española, su firma periodística se había polarizado, sobre todo a partir de la muerte de Franco, en el periódico El Alcázar, en el que aparecía junto a las firmas de Antonio Izquierdo, Rafael García Serrano y Luis Valero Bermejo.

A pesar de todo, él seguía manteniendo que era liberal en ideología, «lo que no soy liberal es políticamente».

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