El lcona inicia una nueva etapa en su política de espacios naturales protegidos
La inauguración del primer centro de visitantes de un parque nacional español, celebrada el pasado jueves, 5 de julio, en el Teide, (Tenerife) y la presentación durante dicho acto de las conclusiones del seminario de Icona sobre parques nacionales, suponen una nueva etapa en la política de espacios naturales protegidos del Instituto para la Conservación de la Naturaleza, propugnada especialmente por su nuevo director general, José Lara.
La conservación y el disfrute de la naturaleza, dos de las funciones básicas de un parque nacional, son aspectos difíciles de conciliar. Intentando resolver este problema, el leona ha iniciado la construcción de los denominados Centros de Visitantes de parques nacionales, instalaciones cuya misión es acoger a los visitantes del parque, ofreciéndoles la información precisa sobre el área natural de manera que adquieran unos conocimientos previos sobre aquello que quieren visitar, y puedan interpretarlo posteriormente.La afluencia de visitantes al Parque Nacional del Teide se eleva a casi un millón de personas al año. Muchos de estos visitantes podrán enterarse a través de este centro de la génesis de la isla de Tenerife, de los minerales que componen la masa rocosa del parque, de su fauna y flora, así como de su historia. Un jardín botánico, en el que se podrán contemplar todas las especies que habitan en el parque y una red de senderos turísticos completan esta instalación, primera de la serie que se pretende implantar en cada uno de los parques nacionales de España.
El Centro de Visitantes del Teide está situado en una zona que en su día no fue incluida en los límites naturales del parque, para evitar una urbanización que se estaba construyendo allí. Este emplazamiento ha provocado la reacción del grupo ecologista Aepden, que en un comunicado hecho público con motivo de la inauguración del centro, ha manifestado que «los establecimientos necesarios tendrían que haberse instalado en el pueblo de Vilaflor, situado en la puertas del parque».
Los ecologistas también denuncian la existencia en el recinto de parque de «carreteras de todo tipo de los anchos más variados; un parador nacional, un teleférico que ha convertido la base del pico en e basurero más alto del país, y hasta una gasolinera. Todo lo cual supone un equipamiento innecesario e un parque nacional, que hará que el Teide nunca pueda ser homologado internacionalmente ».
La aceptación de los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos Naturales (UICN) sobre los parques naturales es, sin embargo, una de las conclusiones del Seminario del leona sobre Parques Nacionales, celebrado el pasado mes en Tenerife.
El leona ha emprendido la labor de ir subsanando errores heredados del pasado, de manera que los nueve parques nacionales españoles puedan llegar a ser homologados por la UICN. En el Teide se ha ordenado la tala de todos los pinos y el exterminio de los muflones, especies introducidas allí hace años por el leona. Se ha planteado la posibilidad de limitar el uso de la carretera que atraviesa el parque -construida en los años cuarenta- lo que implicaría la construcción de una nueva carretera que bordearía los límites del mismo.
Idénticas medidas se están tomando en el Parque Nacional de Garajona y, en la isla de La Gomera, donde el pino de las repoblaciones forestales está siendo sustituido por especies de Laurisilva, vegetación autóctona de esta zona que constituye una auténtica reliquia botánica.
El lcona intenta desarrollar una doctrina de parques nacionales para abordar, en base a la experiencia adquirida, un esquema general de trabajo. En el mencionado seminario sobre Parques Nacionales, los miembros del leona concluyeron que «si bien la definición de Parque Nacional de la legislación española admite ciertas actividades de otro del parque (las particulares, por ejemplo), no consideradas en la definición de la UICN, es el concepto de esta organización internacional el que prevalece unánimemente entre nosotros, por lo menos en nuestra moral de trabajo».
Otros plintos interesantes de estas conclusiones es que el lcona estima que «sea cual fuere el destino que la función conservación de la naturaleza alcance dentro del marco de las autonomías, los parques nacionales deberían permanecer en unión directa con la Administración Central, al margen de toda administración autonómica».
También ponen de manifiesto que «los terrenos en que se establece un parque nacional han de ser propiedad del Estado y que si no ocurre así, ello debería ser uno de los objetivos prioritarios para dicho parque».
«La ley de Espacios Naturales Protegidos vigente» -dicen- «quedó recortada en sus cometidos y muy comprometida por cuanto que ofrece serias incongruencias. Se echan de menos algunas figuras legales conservacionistas, en particular la homóloga a los Wildlife Refuges de Estados Unidos, o a las Nature Reserves, Inglesas, que vienen a quedar situadas entre nuestro Parque Nacional y nuestra Reserva Integral. Sería asimismo interesante disponer del concepto de Parajes Naturales de Interés Regional o Comarcal».
«Sería necesario -añaden- establecer la figura de la Zona Periférica de Protección o área de régimen especial, con el objeto de evitar impactos negativos en el parque, y de fomentar el desarrollo socioeconómico y mejorar la calidad de la vida en la zona afectada.»
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