Congreso extraordinario de socialdemocracia portuguesa
El Partido Socialdemócrata tiene 48 horas para intentar resolver una crisis interna abierta desde noviembre del año pasado y que ha paralizado progresivamente al segundo mayor partido portugués. Desde ayer por la mañana está reunido en Lisboa el congreso extraordinario del PSD, con estos dos temas en su orden del día revisión de los estatutos y elección de la nueva dirección.Conviene recordar rápidamente los sucesivos golpes de teatro de la crisis del PSD, actualmente dirigido por una comisión provisional. En noviembre del año pasado, después de un verano dominado por diversos intentos de aproximación con el Partido Socialista y el Centro Democrático y Social, el famoso proyecto de «convergencia democrática» con estos partidos fracasaba definitivamente, y el PSD quedaba desgarrado en dos alas, divididas, sumariamente, por la actitud a adoptar en relación al Partido Socialista, al presidente portugués Ramalho Eanes y a la Constitución portuguesa de 1976.
Mientras el presidente Sa Carneiro y sus seguidores se encaminaban hacia una oposición frontal, la mayoría de la comisión directiva, y también del grupo parlamentario socialdemócrata, se mostraban más moderados. Sa Carneiro renunció entonces a la presidencia del PSD, y en enero siguiente un congreso extraordinario, reunido en Oporto, confía la dirección del partido a sus opositores, encabezados por Sousa Franco.
La orientación nítidamente socialdemocrática y tecnocrática del grupo de Lisboa, cuyo líder es Sousa Franco, no dio resultados visibles, y la larga crisis de Gobierno abierta por la caída del primer Gobierno de Mario Soares desembocó en una solución que marginaba al PSD: socialistas y democristianos formaron un pacto político y un Gobierno de coalición. La situación en el seno del PSD degeneró en un enfrentamiento cada vez más abierto, con críticas públicas de Sa Carneiro a la comisión política del partido, que llevó a la dimisión colectiva de la misma.
Desde entonces se han sucedido intentos de conciliación, hasta ahora infructuosos. Sa Carneiro, que cuenta con un apoyo firme por parte de los sectores más conservadores del partido, no ha aceptado hasta ahora volver a la dirección. La única lista de candidatos para los organismos dirigentes está compuesta por elementos cuyas posiciones se identifican con el ex presidente. Pero las tesis presentadas por el grupo Sousa Franco han recogido el apoyo de la mayoría de los miembros del grupo parlamentario socialdemócrata.
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