El PSOE acusa a UCD de boicotear la reforma mediante la ausencia de diputados
El Pleno del Congreso de Diputados no pudo reanudar ayer por la mañana el estudio sobre la reforma fiscal por falta del requerido quórum de presencia. Tras cinco recuentos entre las diez y las once y cuarto de la mañana, el presidente de la Cámara, Fernando Alvarez de Miranda, suspendió la sesión que, según se acordó más tarde, una vez oída la junta de portavoces, se celebrará en sesiones nocturnas a partir del martes próximo. La ausencia de más de cien diputados de UCD dio pie a que los socialistas acusaran al partido del Gobierno de boicotear el proyecto de ley sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, así como de recurrir al filibusterismo, por encontrarse en minoría en la Cámara.
A la hora del comienzo previsto en la sesión -diez de la mañana- sólo 57 diputados se encontraban en el hemiciclo. A partir de las diez y media se iniciaron recuentos sucesivos, utilizando el sistema electrónico de votación, para comprobar si se hallaba presente el mínimo de diputados exigidos por el reglamento: la mitad más uno, es decir, 176. La ausencia de diputados en los escaños de UCD era ostensible, en mayor cantidad que en la zona de la Oposición.Un primer recuento dio el resultado de 152 diputados presentes; más tarde, el total de diputados aumentó a 167, y próximas las once de la mañana, un nuevo recuento arrojó una suma de 174 diputados, dos menos de los requeridos. En los intervalos entre unas y otras votaciones de quórum, los timbres del Palacio de la Carrera de San Jerónimo sonaron incesantemente, mientras afluían algunos nuevos diputados.
Para estudiar la situación planteada, se reunió la Mesa del Congreso, que decidió celebrar un nuevo recuento y dar publicidad de los resultados. Durante esta pausa, algunos diputados socialistas acusaron en los pasillos del Congreso a los de UCD de haberse ausentado del hemiciclo en los últimos recuentos o de haber dejado de accionar la llave que permite registrar electrónicamente la presencia de cada diputado. Concretamente, según pudo comprobarse después, Enrique Monsonís, Miguel Durán, José Francisco Rodríguez Núñez, Jesús Martínez-Pujalte, Rafael Arias-Salgado, José Pedro Pérez Llorca, Manuel Jesús García Garrido, Leandro Cros y León José Buil Giral, habían votado en anteriores recuentos, pero no en el producido a las diez y 48 minutos, que dio el resultado de 174 presentes.
Intentada de nuevo la obtención de quórum, a las once y catorce minutos, el número de diputados presentes, según el sistema electrónico, fue de 173. A la vista de las iregularidades que, al parecer, se habían producido en las anteriores votaciones, el presidente del Congreso ordenó que los secretarios hicieran el recuento físico de cada uno de los diputados. Así se hizo y el número de diputados presentes fue entonces de 170, lo que ponía de manifiesto una nueva irregularidad: algún diputado había accionado la llave del sistema electrónico correspondiente a un escaño vacío, y este hecho se había producido en tres casos.
Obstrucción de UCD
Ante la definitiva falta de quórum, el presidente del Congreso, Fernando Alvarez de Miranda (varias veces aplaudido desde los escaños de la izquierda por su decisión de cumplir estrictamente el reglamento, pero que, tal vez por olvido o a causa del nerviosismo de la situación, figura entre los electrónicamente ausentes, a pesar de su física presencia), levantó la sesión. Previamente, por el Grupo Socialista, Gregorio Peces-Barba manifestó que su grupo asumía las ausencias individuales, pero denunció la salida del hemiciclo de varios diputados de UCD para evitar la existencia de quórum, actitud de obstrucción que, según dijo, resultaba inadmisible en el partido del Gobierno respecto a un proyecto de ley presentado por el propio Gabinete UCD. En nombre de este grupo, Jesús Martínez Pujalete denunció, a su vez, la manipulación que suponía la diferencia entre el resultado registrado en el marcador electrónico y el resultante del recuento efectuado por los secretarios.
En el banco azul, el único miembro del Gobierno presente, el ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, siguió atentamente los hechos. sobre los que no quiso hacer declaraciones a la salida. A la una de la tarde, llegó el ministro Joaquín Garrigues -«Me han avisado», dijo-, quien todavía no conocía la suspensión del Pleno.
En los pasillos, los diputados socialistas mostraban su indignación contra UCD, a la que acusaron de boicot a la reforma fiscal de Fernández Ordóñez y de practicar el filibusterismo parlamentario, uso más propio de la Oposición. Miguel Roca (Minoría Catalana) aseguró también, por su parte, que José Pedro Pérez Llorca había hecho indicaciones a algunos diputados para que no ocuparan sus escanos.
El señor Pérez Llorca negó rotundamente que UCD hubiera adoptado ninguna actitud de boicot y atribuyó la falta de diputados de unos y otros grupos a la insistencia de celebrar sesiones los viernes, días que ofrecen especiales dificultades para que los diputados no cuneros (se denomina cuneros a quienes no residen en la circunscripción por la que fueron elegidos). Añadió que no era un hecho grave y que iba a resultar didáctico para que no vuelvan a forzarse sesiones los viernes. En cuanto a las ausencias o movimientos de los diputados socialistas, el señor Pérez Llorca aseguró que no se dedicaba a espiarlos y que sus acusaciones le parecían rocambolescas.
La Mesa y la Junta de Ponavoces decidieron que la reanudación del debate sobre la reforma fiscal se produzca el martes próximo -fecha en que comienza el estudio del proyecto de Constitución-, en sesiones nocturnas, a partir de las diez de la noche. En esta decisión ha pesado considerablemente, según fuentes solventes, el disgusto expresado hace varios días por el señor Fernández Ordóñez a Adolfo Suárez, y reiterado ayer mismo, en relación con los peligros de retrasos en la aprobación de la reforma fiscal promovida por el ministro de Hacienda. En una y otra ocasión, el presidente del Gobierno ofreció seguridades sobre la actitud de UCD, y para garantizarlas, en la tarde de ayer el señor Fernández Ordóñez recibió al presidente del grupo, señor Pérez Llorca.
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