_
_
_
_

La estrategia económico-monetaria, principal tema a trataren la "cumbre" de la CEE

La estrategia económico-monetaria -sin olvidar los aspectos energéticos y sociales-, las relaciones con Japón, la ayuda a la agricultura de las regiones mediterráneas de la CEE frente a la entrada de Grecia, España y Portugal y los asuntos derivados de la «cooperación política» (Próximo Oriente y Africa), serán los cuatro capítulos principales de la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de los nueve del Mercado Común, convocada para el 6 y 7 de julio en Bremen (RF de Alemania).

Tal es el orden del día -que podrá completarse con otros temas- definido en Luxemburgo ayer martes por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE.Es evidente que el primer grupo de problemas, los monetarios y económicos, es el más importante. Los nueve se preparan a seguir, probablemente, la línea trazada por los dirigentes de Bonn -que ocuparán la presidencia de la CEE en el curso del segundo semestre de este año- de imponer cierta disciplina monetaria antes de reactivar ligeramente la economía de los nueve. Tarea a la que deberán contribuir, para ser eficaz, Estados Unidos y Japón. Diez días después del debate comunitario en Bremen, los cuatro principales países de la CEE (RFS de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia) presentarán sus propósitos a norteamericanos (Estados Unidos y Canadá) y japoneses, en el curso de la cumbre, en Bonn, de las siete primeras potencias económicas del sistema capitalista.

El temario económico y monetario a discutir en Bremen no es todavía un programa rígido y definitivo. El consejo de Luxemburgo definió «orientaciones», insistiendo en las tesis germanas de ordenación monetaria.

Se comentó ampliamente el encuentro del pasado fin de semana, en Hamburgo, entre el canciller alemán, Schmidt, y el presidente francés, Giscard d'Estaing, entrevista que puede conducir a una ampliación de la «zona de estabilidad» monetaria, donde actualmente «flotan» en unos márgenes reducidos del 2,25% las cinco divisas fuertes de la CEE (marco alemán, franco belga luxemburgués, florín holandés y corona danesa). Una ampliación de dicho margen de flotación, ilustrado por la imagen de la denominada «serpiente monetaria», permitiría la entrada de las restantes monedas de los países de la CEE (franco francés, libra esterlina y lira italiana) que hoy flotan libremente en función de las presiones de la oferta y la demanda.

Un proyecto de creación del Fondo Monetario Europeo, con funciones análogas a las del Fondo Monetario Internacional, pero con alcance limitado a los países de la CEE, podría, ver también la luz en la cumbre de Bremen. Los fondos aportados por el conjunto de Estados de la CEE se utilizarían para socorrer temporalmente a divisas comunitarias en apuros.

Naturalmente el éxito de la operación no depende sólo de los europeos. De ahí que Bonn, así como las demás capitales de la CEE, estén convencidos que Estados Unidos debe vincularse a la nueva ordenación monetaria, con un sostén a la cotización internacional del dólar.

La presión comercial japonesa en los mercados de la CEE, con un superávit a su favor de 5.200 millones de dólares de balanza comercial en 1977 (unos 415.000 millones de pesetas), es otro de los elementos clave para la salud económica de la CEE. Los nueve intentarán convencer a los dirigentes de Tokio de «moderar» sus ventas a la CEE y, sobre todo, de comprar más productos de origen comunitario, entre ellos aviones Airbús.

Europeos, norteamericanos y japoneses deberán alejar el espectro del proteccionismo, con un avance en el Tokio Round, o negociaciones comerciales multilaterales del GATT (Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio), destinado a reducir las barreras aduaneras en el comercio mundial.

Signo de la problemática actual, los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE cerraron su encuentro de dos días en Luxemburgo con la decisión formal de iniciar negociaciones para la renovación de la Convención de Lôme que asocia a los nueve de la CEE con 53 Estados de Africa, Caribe y Pacífico, ricos en materias primas y compradores de productos industriales. También, signo de los tiempos, los nueve corrigieron en Luxemburgo las previsiones en el sector de producción siderúrgica y construcción naval, que deberán reducir sus efectivos en el futuro y reestructurar sus producciones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_