Yugoslavia retrasa la extradición de cuatro presuntos terroristas
Los tribunales yugoslavos han condenado a dos meses de arresto por estancia ilegal en el país y empleo de pasaportes falsos a los cuatro activistas alemanes detenidos en Zagreb a finales de mayo. A diferencia de Bulgaria, que entregó el jueves a la RFA a cuatro supuestos terroristas, Belgrado ha preferido marcarse un compás de espera como hicieran ya Suiza y Holanda, antes de entregar a sus detenidos a la policía germana.
Para los alemanes, la decisión de Yugoslavia significa ante todo una manera clara de urgir a Bonn a que acceda a conceder la extradición de los ocho activistas croatas que reclama Belgrado como «motivo» y «condición» para la entrega de los cuatro alemanes.
Según refleja el periódico Frankfurter Rundschau, en un despacho fechado en Belgrado, otra de las razones por las que Yugoslavia podría no acceder a la extradición sin una determinación paralela de Bonn, sería una corriente de presiones de países no alineados que considerarían a los supuestos terroristas como luchadores contra el imperialismo.
Por su parte el presidente de la comisión de Exteriores del Parlamento de Belgrado ha enjuiciado críticamente la campaña alemana de protección a los ocho croatas que reclama su Gobierno. Para Dizdarevic «no se precisan muchos argumentos para demostrar que éstos (los citados croatas) son criminales».
El Parlamento Federal ha dado paso a la reforma del derecho de asilo en este país. Con ello se pretende unificar procedimientos en todos los estados que integren la federación alemana y, al tiempo, dificultar el establecimiento de refugiados que no encajan en la categoría de políticos.
Los sectores extraparlamentarios temen que a pesar de la mejor situación en que podrán quedar los verdaderos refugiados políticos, sufran mayores inconvenientes aquellos que abandonaron su país por causas más complejas. Durante 1978 el número de refugiados de la RFA superará los 25.000, es decir, 9.000 más que el año anterior.
