Consultas para acelerar los debates constitucionales en el Pleno del Congreso

La Junta de Portavoces del Congreso de Diputados se reunirá el próximo lunes, día 26, para estudiar qué medidas pueden ser adoptadas, de acuerdo con el Reglamento de la Cámara, para acelerar los debates del Pleno del Congreso en el que se debatirá el proyecto de Constitución.De acuerdo con el artículo 123 de dicho reglamento, los trabajos del Pleno se iniciarán con un debate general en el que los portavoces de los distintos grupos parlamentarios dispondrán de un máximo de 45 minutos para exponer su actitud global ante el proyecto elaborado por la comisión. Seguidamente, se procederá a una votación sobre la aceptación o rechazo del dictamen como texto de trabajo, en el que se requerirá mayoría simple.

Se desarrollará después el debate de los artículos, uno por uno, y de las enmiendas y votos particulares que no hayan sido retirados o incorporados al dictamen y que cuenten con el apoyo expreso de un grupo parlamentario o formación política representado en la Cámara. Para cada enmienda o voto se dispondrá de un turno a favor y otro en contra, de una duración máxima de treinta minutos.

Finalmente, el Pleno procederá a votar todo el conjunto del proyecto de Constitución, que prosperará si obtiene mayoría absoluta.

Este procedimiento teórico podría ser alterado en el sentido de que no sea preciso debatir artículo por artículo, sino que se voten directamente aquéllos sobre los que no se han mantenido ninguna enmienda en la comisión. Otra modificación podría consistir en la reducción a diez minutos del tiempo de que dispondrá cada grupo para explicar su voto. El reglamento establece quince minutos.

Aprobado el texto en el Pleno del Congreso, será remitido al Senado. El portavoz del Grupo Independiente de la Cámara Alta, Luis Sánchez Agesta, señaló ayer a Europa Press que el texto constitucional estará en el Senado de uno a dos meses, y que deberá pasar, sin duda, por la comisión mixta Congreso-Senado. El señor Sánchez Agesta considera que los dos puntos más débiles del proyecto elaborado en la Comisión Constitucional del Congreso son los relativos a la regulación del Senado y de las autonomías.