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Entrevista:

"Mi película es un psicodrama, no la considero un documental"

Entrevista con Carlos Morales Mengotti, director de "Noche de curas"

El pasado jueves se estrenó, en Madrid, Noche de curas, una película insólita con un tema también insólito: cinco ex curas cuentan sus experiencias, cómo entraron en el sacerdocio y cómo salieron de él y por qué. Fernando Trueba ha conversado con el director de Noche de curas, Carlos Morales Mengotti.

«Conocí a uno de ellos hace ocho años. El tema comenzó más tarde a interesarme. Durante 1977 conseguí localizar, repartidos por toda España, a más de veinticinco ex curas; uno me iba conduciendo al siguiente. En cierta forma son una especie de confraternidad... En estos últimos años la desbandada ha sido enorme. Mi película son cinco de estos en su pasado. Durante una hora y veinte minutos se autojustifican y tratan de hacernos creer que han superado el problema, pero en realidad siguen siendo curas... Viéndolos, nos identificamos a nosotros mismos, una educación que ha sido común y una forma de cultura y represión que todos hemos sufrido sin necesidad de haber estado en un seminario. Noche de curas no es una película de tesis, no es un filme contra la Iglesia, ni contra el fenómeno religioso, es una mirada sobre cinco personajes, una película sobre cómo se ha jodido mentalmente a mucha gente en estos años.

Pregunta. En los últimos días, estos cinco ex curas han hecho declaraciones contrarias a la película y le acusan de haber manipulado el sentido de ésta...

Respuesta. Cuando aceptaron trabajar en mi película, habían tenido tiempo de sobra para pensarlo, ya que con el que menos, yo había tenido tres meses de conversaciones previas. Fueron muy libremente a hablar y actuar en mí película. Si ahora pretenden cargarse la película es porque tienen verdadero terror a que se estrene; en su rabieta, uno de ellos ha llegado a decir que no sabía que había sido filmado. En realidad, para ellos ha sido una especie de venganza personal contra la Iglesia. Esta les ha marcado tanto, que cuando actúan y parodian escenas de su vida pasada, se nota que siguen siendo curas.

La película se rodó en enero de 1978, durante dos días y dos noches en Almendra del Pan (Zamora), con un equipo técnico muy reducido -cuatro personas- para no romper la intimidad que el rodaje requería.

La película tiene todo el patetismo de unos señores enfrentados a su pasado. Yo la definiría como un psicodrama, no la considero un documental.

P. ¿Cree que una película como ésta puede tener algún atractivo comercial?

R. Sí, desde el punto de vista de que este país ha sido una teocracia y una serie de generaciones han vivido muy de cerca todas las cosas que la película relata. Además, cuenta también la curiosidad de ver a cuatro señores explayándose en su venganza particular que es también la venganza de todos los españoles. Luego habrá espectadores que encontrarán a estos señores muy divertidos y, exóticos. La película la han visto también cuatro curas más bien progresistas y les sienta fatal, la han visto por separado y sus reacciones han sido chirriantes. Esto prueba que la película es realmente corrosiva.

P. ¿Cree que la Iglesia se manifestará oficialmente acerca de la película?

R. La Iglesia, actualmente, es mucho más inteligente que eso. No creo que se metan porque saben que eso publicita la película... Lo que sí habrá, como siempre, es algún canónigo desatado... ¡Imagínate que se estrenará en Cuenca! Hace cuatro siglos, la Inquisición nos habría quemado, a ellos cinco y a mí... La verdad es que una crítica desde dentro hace mucho más daño que una parodia.

P. ¿Qué piensa de las reacciones de los cinco ex curas?

R. Mira, lo mejor de todo es que ninguno de ellos ha visto la película montada y que, sin embargo, me acusan de haberla manipulado ideológicamente... Creo que lo que tienen es miedo y que ahora quieren adjudicarme a mí las declaraciones y opiniones que ellos dan en la película.

EL PAIS intentó dialogar con algunos de los cinco ex curas, pero por el momento se niegan a hacer declaraciones hasta que no elaboren una declaración conjunta para la prensa en la que explicarán su versión de los hechos.

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