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Artistas y científicos rehabilitados asistieron a una cena en honor de los Reyes en Shangai

Los Reyes de España finalizan hoy su primera visita oficial a la República Popular China, tras seis días de estancia en este país, donde han visitado Pekín, Hang Chow y Shangai. Ayer visitaron una plantación de té en Hang Chow y en Shangai la exposición industrial. A las doce de la noche de hoy -hora china- los Reyes partirán con destino a Bagdad, donde llegarán a las nueve de la mañana de mañana, hora local.

Los Reyes de España se asomaron ayer a la vida real de China visitando una comuna y compartiendo la gimnasia que a temprana hora y como una vieja tradición, hacen los chinos todas las mañanas en las calles y jardines.Con una pequeña escolta, don Juan Carlos y doña Sofía se presentaron ayer por la mañana, casi de incógnito y vestidos informalmente, en el jardín «donde cantan las oropéndulas entre el oleaje de los sauces». Eran las cinco y cuarto y la Reina dijo haber dormido sólo dos horas.

Con sólo un rato de descanso para tomar un café, los Reyes iniciaron la jornada más larga de su estancia en China. El monasterio de Ling Ying Si, que visitaron a continuación y que significa «colina voladora», es un convento del. siglo IV. Dos inmensos budas incorporados al monasterio en el siglo XVIII fueron salvados, durante la revolución, gracias a la intervención del primer ministro, Chu En-lai.

A continuación se trasladaron a la brigada de cultivo del té «Ney Jia Wu» regida por una mujer, Chen Wa-ying, y en la que habitan 1.297 personas.

Los Reyes recorrieron sus instalaciones: jardín de infancia, industria de procesado de té y los campos verdes donde las muchachas que recogían este producto colocaron a los Reyes sus cestos y sombreros para que simbólicamente les ayudaran.

La comuna china

Las casas son, en su mayoría, antiguas casas de la aldea. Cada comuna tiene de cuatro a cinco brigadas de producción. Varias comunas populares constituyen un distrito, varios distritos una provincia y la reunión de las provincias, toda China.

Cada atardecer los equipos de producción se reúnen después del trabajo para distribuir entre los miembros puntos según el rendimiento en el trabajo. Estos puntos serán canjeados dos veces al año, después de la cosecha de primavera y otoño, por dinero. Con él pagarán todos los gastos de la vida cotidiana.

Actualmente se les permite tener en propiedad un pequeño terreno. Antes de la liberación, el 80% de la tierra estaba en manos de unos pocos terratenientes.

Ya de camino hacia la residencia oficial, los Reyes se detuvieron en la pagoda de Liu He Ta (de las seis armonías). Almuerzo privado y salida hacia Shanghai, tercera ciudad que los Reyes visitan en China.

Los Reyes, en Shanghai

Los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, llegaron ayer tarde, a bordo de un Boeing 707 de la compañía aérea china, al aeropuerto de Shanghal, donde fueron objeto de un caluroso recibimiento.

A las 2.45 de la tarde, hora china, los Reyes de España pisaban el aeropuerto de Shanghal, mientras una banda interpretaba el chotis Madrid y alrededor de 2.000 niños y escolares repetían saludos de bienvenida.

Posteriormente, y en automóvil, los Monarcas españoles se trasladaron a la sede donde se ubica la exposición industrial de Shanghai.

Don Juan Carlos y doña Sofía asistieron por la noche a una cena ofrecida en su honor por el comité revolucionario de la ciudad.

Al final de la cena don Juan Carlos pronunció un breve discurso en el que dijo entre otras cosas: «Mi visita a la República Popular China termina en vuestra ciudad de una manera simbólica: en Pekín y en Huang Chow, la Reina y yo hemos visitado los monumentos y lugares más históricos de China. También hemos podido comprobar los aspectos de la nueva China, pero es aquí, en Shanghai, donde más me ha impresionado el enorme esfuerzo que ha realizado el pueblo chino, bajo la sabia conducción de sus dirigentes, para superar toda clase de obstáculos, desarrollar su economía y alcanzar los niveles que he podido comprobar hoy en la exposición industrial de Shanghai.»

Queremos agradeceros este espléndido banquete que nos habéis ofrecido, con el que culmina la cordialísima hospitalidad que nos han prodigado las autoridades chinas durante nuestra visita a vuestro país y que nos da ocasión para expresaros una vez más nuestra calurosa gratitud, nuestra seguridad en el estrechamiento de la amistad entre China y España y nuestra profunda emoción por cuanto hemos visto durante nuestra estancia entre vosotros, que quedará siempre grabada en nuestra memoria.

Agradezco también muy especialmente la presencia esta noche de las distinguidas personalidades del mundo de la cultura, en todos sus aspectos, que nos han concedido el honor de acompañarnos.

En su discurso oficial, Peng Chun, segundo vicepresdente del comité revolucionario municipal de Shangai, aprovechó para alinearse con la actual política oficial del partido y con la dialéctica de los dirigentes de Pekín.

Refiriéndose al español dijo que «este pueblo permanece alerta ante la agresión y expansión de las superpotencias y esta haciendo positivas contribuciones a la salvaguardia de la seguridad del Mediterráneo y al fortalecimiento de la unión europea».

Como no podía faltar la alusión al adversario que nunca se nombra, pero del que siempre se piensa, Peng hun pidió una mayor cooperación de España en la «justa lucha contra el hegemonismo».

El doctor Hung Min-sin, miembro del equipo de médicos que hace mes y meclio realizó el primer trasplante cardíaco de China -el paciente todavía vive-, asistió a la cena que las autoridades de la ciudad dieron a los Reyes.

Otro de los invitados era Chin Vin la actriz más famosa del actual momento cinematográfico de este país de novecientos millones de habitantes.

El doctor Chen Chung-wei, especialista en reimplantación de manos y extremidades, se levantó de su mesa para brindar, primero, con doña Sofía y, después, con el Rey.

Wang Tan-feng se hizo famosa cuando hace dos años interpretó el papel de An Sen en una película sobre el Liang Sahn-bo, el valle de los héroes enclavado en la provincia de Shan Tong, que ahora está reactualizando la serie japonesa «La frontera azul».

Cuando estalló en China la revolución cultural, Wang Tan-feng fue condenada al ostracismo. Aunque se la mantuvo un salario de doscientos yuans (10.000 pesetas) mensuales, se la marginó del cine y la obligaron a hacer trabajos manuales.

Anoche estuvo en la cena que se le ofreció a los Reyes y narró a los invitados españoles de su mesa que está preparando su reaparición en el cine con una película sobre la banda de los cuatro, los modernos demonios de la sociedad china.

Mao Huei-fang, la más famosa bailarina de ballet y perseguida también por la ultraizquierdista pandilla de los cuatro, brindó también anoche con los Reyes de España. Su reaparición en la cena es un certificado de que ha que dado rehabilitada.

Las autoridades de Shangai tiraron la casa por la ventana para el banquete a los Reyes. De los diecinueve platos que componían el menú, dos eran auténticas obras de arte arquitectónico: la calabaza tazón y la lámpara helada.

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