El Argentina-Brasil y el Holanda-Alemania acaparan la atención
En las vísperas de los dos partidos que se presentan como las finales anticipadas de los grupos decisivos -con la alternativa de Italia por la RFA- sólo Holanda tiene perspectivas optimistas. La República Federal de Alemania posiblemente no podrá contar con Flohe, que sufre un desgarro muscular; Brasil puede sustituir al decepcionante Toninho por Netinho, mientras Rivelino sigue enfrentado con Coutinho por su no alineación, y en Argentina, desmentido el rumor del resultado positivo del control antidoping a Kempes, aún se duda que reaparezca Luque, o que juegue Villa desde el principio.
De los cuatro partidos a jugarse hoy, dos serán en tono mayor y los restantes muy al contrario. Italia deberá cumplir el trámite de ganar a Austria y Polonia-Perú será el choque entre los aspirantes a dejar la última plaza del grupo B, tras Argentina y Brasil. Los italianos consideran que la victoria holandesa por el amplio 5-1 sobre los austríacos valió en realidad tres puntos para un posible caso de empate. De ahí que tienen la intención de acercarse a esa goleada para evitar problemas, máxime después de su empate con la RFA.En los dos encuentros que acaparan la atención general, verdaderas finales anticipadas, sobre todo el Argentina- Brasil, únicamente un equipo, Holanda, se encuentra sin problemas. Happel tiene ahora la duda de reincorporar al equipo a alguno de sus titulares lesionados, Neeskens, Suurbier o Rijsbergen, pues ante Austria el cuadro naranja funcionó muy bien y no quiere cambiarlo. La cuestión es que la RFA, por muy débil que esté, no lo podrá estar tanto como Austria. Con todo, la situación holandesa no puede ser más optimista en el sprint final. Ahora es el momento ideal para jugar bien y hombres noveles, los defensas Brandts o Poortvliet, por ejemplo, que anularon a Krankl y Kreuz, cumplieron como para repetir.
La RFA, en cambio, que sigue sin convencer, parece confirmar la baja del centrocampista Flohe. Sufre un desgarro muscular y aunque no es fundamental, sí rompe el pequeño esquema medular alemán. Más miedo aún para Maler, que echa de menos -y lo ha declarado públicamente- a hombres como Beckenbauer, Muller, Overath o Breitner. De todas formas no se puede quejar, pues acaba de batir contra Italia el récord de imbatibilidad en la historia de los mundiales. Después del gol que le marcó Neeskens al minuto de la final contra Holanda, en Munich, 1974, no ha recibido más goles en 1978: 0-0 con Polonia, 6-0 a México y 0-0 con Túnez e Italia. En total, 439 minutos -siete horas y diecinueve minutos- que superan los 438 del inglés Gordon Banks. Este se mantuvo imbatido durante 438 en 1966: 0-0 con Uruguay, 2-0 a México y Francia, 1 .-0 a Argentina y Eusebio rompió su récord a los 78 minutos de su partido contra Portugal.
En cuanto a Brasil, su actualidad continúa siendo conflictiva, aunque la victoria frente a Perú haya limado muchas asperezas. Coutinho quiere quitar al lateral Toninho del equipo por su frialdad y volvería a recurrir a Nelinho. Pero lo más importante es qué piensa seguir alineando a Dirceu en perjuicio de Rivelino. al que considera en inferioridad física todavía. El capitán brasileño, que venía como líder al mundial, está gastando sus energías; en enfadarse con el técnico, pues ni el primer día contra Suecia, en el único partido que jugó, hizo nada. El problema para el técnico brasileño es inculcar a sus hombres un sentido de juego más de garra para poder sostener a Argentina. Piensa que debe ganar, pues lo viene haciendo regularmente desde 1964 -última derrota en una Copa de Naciones Suramericana-, pero la situación ahora es muy distinta.
Argentina, confiada en lo poco que ha exhibido de calidad el equipo brasileño, aún deshoja la margarita de alinear nuevamente al lesionado Luque, ausente frente a Polonia. Menotti, un poco menos dictador, piensa incluso en sacar al barbudo Villa por Valencia desde el principio del partido, pues en la opinión de muchos dio más entidad al equipo. La realidad es que no fue así, porque sólo el segundo gol salvador de Kempes solucionó las angustias provocadas por la máquina polaca. A Kempes, por cierto, héroe nacional por estos días como es natural, le han querido achacar un positivo en el control antidoping del partido -que ni siquiera pasó- y lo que ha sido un rumor típico sin confirmar aquí se ha tomado ya como una nueva campaña de boicot al Mundial. El patriotismo se desborda algunas veces sin razón.
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