Puntualizaciones a Alfonso Carlos Comín
El reciente artículo de don Alfonso Carlos Comín publicado en EL PAÍS bajo el título La escasa fe de la Iglesia española me ha suscitado algunas reflexiones que, de forma no exhaustiva, expongo a continuación.El señor Comín expresa «el deseo de los partidos de izquierda de evitar... cualquier fricción con la Iglesia que pudiera alimentar imágenes anticlericales»; no obstante, parece que rompe este propósito al seguir diciendo que «la Iglesia enseña... sus garras afiladas... lanza truenos y centellas... atiza el desaliento (y) anuncia su rugido». Creo que este léxico no es el más adecuado para ser consecuente con la política de los partidos de izquierda que nos anuncia, sobre todo cuando se escriben por una significada personalidad en el PSUC y el PCIE.
También recoge Comín la crítica al artículo quince de la futura Constitución de que su redacción entraña una «confesionalidad solapada del Estado». No comparto su opinión, pues lo que el citado artículo establece son las «relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones». El entrecomillado es mío para resaltar que la conjunción copulativa indica que el Estado cooperará con todas las confesiones establecidas en. nuestro país. La cita expresa -y única- a la Iglesia Católica es lógica, pues -con independencia de los agnósticos, cuyo número es difícil de conocer- nuestra religión goza de una mayoría aplastante entre los ciudadanos creyentes que la hace convertirse en una auténtica y clara realidad social que el legislador constituyente ni puede ni debe ignorar, como tampoco ignora las otras circunstancias relevantes de la sociedad española y que contempla en los restantes artículos de la futura Constitución.
Por último, diré que el señor Comín tacha a UCD de «partido correa de transmisión de la enmienda (y que) cumple... el papel de partido confesional». Estas «correas de transmisión» tienen su origen en los partidos marxistas -lo que no es el caso de UCD- y que son los que las utilizan principalmente con ciertos sindicatos. Es muy probable que en UCD exista una gran mayoría de católicos; pero el partido, como tal, no es confesional, aunque, evidentemente, se sustenta filosóficamente en el humanismo cristiano, habiendo recogido en este artículo quince la realidad sociológica que antes he explicado, considerando que es una afirmación gratuita la que se hace de «servidor de los intereses y privilegios de la Iglesia constitucional».
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