El Metro acusa al Gobierno de haber provocado la intervención
«El impedimento puesto por parte del Gobierno para poder fijar libremente las tarifas, unido al aumento de los costes en los años 60 y a la falta de cumplimiento de los compromisos gubernativos desde 1975 con la compañía, han sido las causas que motivaron que, el pasado 8 de junio, el Ministerio de Transportes estableciera la intervención de la Compañía Metropolitano», manifestó ayer, en una rueda de prensa, el vicepresidente en funciones, Rafael Valero, quien, en nombre del consejo de administración, se despidió y expuso la posición de la compañía ante la medida ministerial.
«El consejo de administración, teniendo como obligación defender los derechos de sus accionistas ha considerado que el real decreto-ley del 7 de junio, en su fondo, viene a limitar el perjuicio gravísimo causado a los accionistas, por la política del Gobierno, por cuanto, a partir de ahora, no se producirán nuevas pérdidas patrimoniales a su costa. El consejo no entra en el análisis de la juridicidad de la norma promulgada y de su posible colisión con normas de rango superior como puede ser el respeto al derecho de la propiedad.»Junto a esta declaración el señor Valero hizo otra en la que manifestó su esperanza y confianza en la justicia de todos los grupos parlamentarios representados en el Congreso y Senado, ya que, según informó, «la disminución patrimonial provocada en los tres últimos años por incumplimiento por el Gobierno de sus propios acuerdos ascendió a 2.800 millones de pesetas de ingresos no percibidos. No hay que olvidar que cientos de miles de pequeños ahorradores financiadores de una buena parte del desarrollo alcanzado, están espectantes sobre la solución defínitiva que el Gobierno y las Cortes den al problema del Metro de Madrid».
Seguridad y regularidad, objetivos de los últimos años
Sobre el tema de la seguridad, el señor Valero informó que, junto con la regularidad en el servicio, habían sido los únicos puntos de los que la compañía se había preocupado en los últimos años. «El índice de accidentes es perfectamente comparable a los de todos los Metros del mundo», dijo. «La culpa de los ocurridos, no la ha tenido ni la mala situación económica ni la gestión de la empresa.»Como culminación a siete instancias enviadas a los señores Arias Navarro y Suárez, desde 1975, en las que se pedían decisiones tajantes e inmediatas, el pasado mes de abril, la compañía envió al Gobierno un informe en el que se advertía que, de no resolver la situación económica, «podría ocurrir algo lamentable». Sin embargo el señor Valero aclaró que los dos accidentes habidos desde entonces y que causaron 217 heridos no tenían nada que ver con el escrito «ya que, como saben ustedes, la maquinaria no fue la culpable de ellos».
Por último el vicepresidente de la compañía informó que el hecho de no tener un seguro de viajeros se debe a que ésta no podía pagar de su bolsillo un seguro para cuatrocientos millones de viajeros, ya que no es una norma de carácter estatal.
El Metro se defiende
Este es el título de uno de los apartados de un dossier que se entregó a los periodistas y que fue explicado en el curso de la rueda de prensa a preguntas de los informadores. Las acusaciones de especulación del suelo por parte de la Compañía Urbanizadora Metropolitano y de la Inmobiliaria Metropolitano fueron desmentidas por el señor Valero. «La única relación es que se llaman metropolitanas; no ha habido un solo caso en que han comprado un solar y allí haya llegado el Metro. En 1918, la Sociedad Urbanizadora Metropolitano, creada por algunos accionistas del Metro, compró unos terrenos en concurso público en la zona de la avenida de Reina Victoria. En esa fecha, el Metro Sol-Cuatro Caminos se había empezado a construir. Lo sabía todo Madrid, y, sin embargo, no parecía tener interés para nadie. Excepto en este caso, en el que no puede hablarse de especulación, no ha habido ninguna compra de terrenos en donde fuera a llegar el Metro.En 1935, se crea la Inmobiliaria Metropolitano y, veinte años más tarde, el Ministerio de Obras Públicas es el encargado de decir por donde se van a instalar las líneas. Si ha habido alguna filtración desde el Ministerio de la que se ha beneficiado alguien, nosotros no tenemos la culpa. Es un asunto muy grave el que se ha intentado unir a estas compañías con el Metro y que puede afectar al criterio de los parlamentarios. Por eso, me ofrezco a un careo con cualquier persona que diga algo en este sentido.»
Futuro del Metro
«Respecto al servicio público le veo un buen porvenir. Con los 106 coches que están ya construidos y pagados, casi en sus tres cuartas partes, y los trece kilómetros de línea, a falta de la supraestructura, se puede hacer un Metro mejor. Ahora, no me pregunten a qué precio.»Entre tanto, el próximo día 30 de junio los accionistas, se reunirán en una junta general para tratar sobre su situación «no podemos decir si los 24.000 accionistas, pequeños accionistas, ya que la persona que posee más capital sólo tiene el 0,93 %, vamos a sentir alivio o no. La respuesta la daremos cuando las Cortes digan cuál va a ser el pago de los accionistas, si éste va a ser un pago justo o si va a ser un expolio.»
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