Cooperación libio-argelina frente al "nuevo eje de agresión occidental"

Argelia y Libia reforzaron sus lazos políticos e ideológicos para «hacer frente al nuevo eje de agresión occidental contra Africa», en el que ambos países consideran que está comprometida la responsabilidad de Francia y la OTAN. Tal parece ser el centro de las conversaciones, rodeadas del más estricto secreto, entre los presidentes Huari Bumedian y Muammar Gadafi en la capital argelina.

El conflicto del Sahara occidental no es el elemento principal de esas conversaciones, según ha podido saberse en Argel de fuentes fidedignas. El coronel Gadafi ha reiterado que el más grave peligro que corre en estos momentos el continente africano procede de lo que calificó como «potencias imperialistas», entre las que citó a Francia y Estados Unidos.En el conciliábulo libio-argelino los ataques contra la política africana del dirigente galo, Giscard d'Estaing, han redoblado su violencia. En particular se responsabiliza a Francia de la preparación del encuentro que debe tener lugar en París el próximo lunes entre altos funcionarios de la cancillerías de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, República Federal de Alemania y Bélgica, a los que se podría incorporar Italia.

Acusaciones

La versión argelina de los peligros más inmediatos que están acechando a los africanos, según se desprende de un editorial del diario An Nasr, atribuye una misión precisa a los regímenes «reaccionarios» africanos que, según afirma, están al servicio de la estrategia elaborada por París y Washington. En ese sentido, Marruecos y Mauritania habrían visto confiada la misión de amenazar la revolución argelina-Egipto, de destruir la de Libia, y el general Mobutu la de seguir haciendo de Zaire una base de agresión contra Angola.Aunque se da por descontado que Gadafi suscribirá sin recelo las críticas argelinas hacia la «injerencia» occidental en los asuntos africanos, en las que figura una mención especial a las intervenciones militares francesas en Chad y Mauritania, no parece probable que el líder libio esté dispuesto a condenar a los llamados «regímenes reaccionarios árabes» o a la misión de conciliación encomendada por la Liga Arabe al presidente sudanés, Jafar el Numeiry, en la que Argelia no parece albergar muchas esperanzas.

Defensa de la URSS

El régimen argelino procede en la actualidad a una nueva serie de consultas con diferentes Gobiernos árabes, a través de un enviado personal del presidente Bumedian, que ayer se encontraba en la capital jordana. Este emisario desarrolla actualmente una dura campaña contra Arabia Saudita y otros países poseedores de «petrodólares», a los que acusa de financiar a «ciertas fuerzas desestabilizadoras africanas». Por el contrario, la dirección política argelina sigue poniendo de relieve el papel «internacionalista» de la URSS y quitando importancia a la presencia de efectivos militares cubanos en Africa.Curiosamente, en sus críticas hacia la intervención francesa en Shaba y la organización de una fuerza interafricana, propuesta por el presidente francés, los argelinos emplean un argumento utilizado días pasados por Rabat: la creación de un bloque militar africano introduciría en este continente la división entre partidarios de superpotencias y amenazaría con echar abajo los más profundos cimientos de la Organización de la Unidad Africana.

La noción de una eventual tutela europea en Africa es rechazada de plano por algunos editorialistas de la prensa oficial argelina, que proclaman las virtudes del no alineamiento.