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Andreotti explicará en Washington la situación italiana

Juan Arias

JEl primer ministro italiano, Giulio Andreotti, acompañado por el ministro de la Defensa, Ruffini, y el ministro de Asuntos Exteriores, Fortani, salió para Washington el domingo por la tarde para tomar parte en la cumbre de la OTAN. El miércoles será uno de los pocos presidentes recibidos por Carter personalmente.

A este encuentro con el presidente norteamericano se da mucha importancia en los medios políticos italianos. Se subraya que es esta la segunda vez que Andreotti visita Estados Unidos desde que Carter llegó a la presidencia. El premier italiano estuvo en Washington en enero del año pasado, pero entoces se encontró sólo con Mondale. Más tarde, en julio, Andreotti volvió a Estados Unidos y se encontró con Carter para explicarle los complicados problemas de Italia.

En aquel momento se había constituido el Gobierno de la no desconfianza, con la abstención del Partido Comunista. Era una cosa la un poco extraña para los americanos. Hoy Andreotti tiene que explicar a Carter el nuevo paso hacia la colaboración con el PCI en el nuevo Gobierno de «mayoría parlamentaria» con el voto de los comunistas. Pero, como dice aquí la prensa, Andreotti va seguro, porque lleva dos cartas importantes en el bolsillo: el comportamiento tanto de la DC como del PCI en la lucha contra el terrorismo que costó la vida al presidente democristiano y el éxito de las últimas elecciones administrativas para la DC, con el bajón de los comunistas, que en relación con las elecciones generales de 1976 perdieron casi una cuarta parte de su electorado.

Parece ser que Andreotti intenta participar intensamente en el plan de defensa de la OTAN y sobre todo el desarme. Pedirá en su discurso que>se alargue el comité de desarme de Ginebra a Francia y China. Otra iniciativa del presidente del Gobierno italiano será la constitución de un organismo internacional permanente que controle la reducción de las armas en los diversos países.

Grave atentado

En Roma, horas después de a salida de Andreotti para Estados Unidos tuvo lugar un atentado, cuyos resultados pudieron ser muy graves política y militarmente: cuatro terroristas vestidos de militares entraron en el centro estadístico mecanográfico del Ejército. Amenazándole con las armas, obligaron al agente de turno a acompañarles dentro del edificio militar. Los terroristas (uno vestía de capitán del Ejército), todos de veinticuatro o veinticinco años, fueron colocando barriles de gasolina en el lugar donde estaban los importantes aparatos electrónicos del centro militar de la capital. Después de haber encendido la primera mecha salieron corriendo, mientras gritaban al agente: «Corre, que estallará todo. » Por suerte, el artefacto no funcionó y no se produjo el desastre. Habían colocado ochenta litros de gasolina. Los terroristas estaban seguros que todo habría funcionado, porque declararon con una llamada de teléfono a una agencia de prensa: «Somos el primer reparto de combatientes militares. Hemos destruido todo el centro mecanográfico del Ejército en Roma.»

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