La mayoría de los servicios públicos elevaron sus tarifas desde enero

Desde el pasado 1 de enero, casi todos los servicios, tanto privados como estatales, han incrementado sus precios. La próxima subida, si no se adelanta otra, se producirá el día 1 de junio, y será la del agua. Antes, y a lo largo de estos cinco primeros meses, los madrileños, como el resto de los españoles, vieron que el dinero que retiraban para pagar mensualmente la basura, los transportes, el teléfono, los viajes en tren e incluso la grúa tenía que ser aumentado paulatinamente.

El año comenzó con la subida de la tasa municipal de basuras; los inquilinos de las viviendas de la capital, según sus calles hubieran sido catalogadas de primera, segunda, tercera y hasta cuarta categoría, tenían que pagar entre un 37 y un 137 % más que el año anterior. Las protestas no se hicieron esperar, sobre todo de aquellos inquilinos «de cuarta categoría», que veían como de ochocientas pesetas pasaban a pagar 1.900.Esta subida en el canon municipal fue acompañada de otras; recoger cinco toneladas de escombros y basura de la vía pública o de solares se incrementaba de 850 a 1.185 pesetas. Lo mismo ocurría con los trastos inútiles; por cincuenta kilos se empezó a pagar 450 pesetas, 150 más que antes. Sin embargo, estas tasas no fueron las que más preocuparon al ciudadano, bien fuera por que no tiraba con frecuencia cincuenta kilos de trastos inútiles o porque el incremento que se dio a los precios del Metro y de los autobuses, días más tarde, no le dejó reaccionar.

El 8 de enero un billete de Metro costaba ya para un viaje sencillo ocho pesetas, los autobuses subían a doce y los periféricos, a once pesetas. Inmediatamente, los vehículos que unen la capital con las poblaciones cercanas costaron tres pesetas más por término medio. Pudo ser este el motivo por el que los propietarios de aparcamientos fueron parados cuando quisieron cobrar más a finales del mes de enero. Mientras la Comisión Provincial de Precios desestimaba la subida pedida, el Gobierno Civil amenazaba con fuertes multas a los infractores. A pesar de ello, los periódicos recibieron durante el mes siguiente numerosas cartas de protesta por una subida que no existía.

Un nuevo aumento, esta vez correspondiente a la Compañía Telefónica, y cifrado en un 6,4 % sobre el coste medio, afectó a los abonados desde el 11 de febrero. Entretanto, los alquileres de las viviendas, que pensaban subirse desde primero de año, experimentaban un aumento, limitado gracias al acuerdo tomado por el Gobierno, de incorporar esta partida, que supone un 14 % del gasto medio familiar, al índice de precios al consumo establecido por el Instituto Nacional de Estadística.

La grúa iba a ser el nuevo tema de conversación. No sólo se llevaba los automóviles con más 4siduidad que antes, sino que sus precios en el mes de abril se pusieron en 2.000 pesetas, turismo, y quinientas pesetas la motocicleta. Para que no todo fuera contra el conductor medio, se anunciaba, asimismo, que costaría 4.000 pesetas la retirada de un vehículo de un peso superior a una tonelada e inferior a cinco; a partir de este tonelaje la tasa subía mil pesetas por cada mil kilos.

Ayer, el Boletín Oficial del Estado publicaba un decreto sobre el precio del agua para los abonados del Canal de Isabel II. Desde el próximo 1 de junio, y tal como venía anunciando el Canal en su campaña El precio del agua en Madrid, el agua subirá dentro de unos días. Junto al 30 % de aumento en la cuota de servicios, las 1.135.000 familias abonadas deberán pagar tres pesetas más por cada metro cúbico, además de 2,90 pesetas para la financiación del Plan Integral de Saneamiento de Madrid.

La lista queda abierta. Por el momento, el gas y los suplementos de los taxis esperan las decisiones gubernativas.