Tarradellas: Hay que negociar con ETA

«"Estoy dispuesto -dice- a ir a Bilbao aunque me maten. Estoy dispuesto a presentarme en Euskadi, si es preciso, para encontrar una solución a esta sangrienta lucha que existe en el País Vasco. Soy consciente de las críticas que estoy recibiendo. Por eso no he querido contestar a la nota hecha pública por el Consejo General vasco en la que se me acusa de injerencias en asuntos internos. No contesto a estas críticas porque no acostumbro a contestar a los ataques que recibo. Pero lo conseguido aquí, en Cataluña, les debería servir de ejemplo. De ejemplo vivo para encontrar una unidad entre ellos, porque esta umdad no existe. Hay un Consejo General vasco con un presidente del PSOE al frente y un Gobierno vasco en el exilio. No puede haber dos órganos similares. Creo que hay que conseguir, como primer paso, una unidad entre estos dos organismos y una unificación en los planteamientos que se quieren hacer.""No quiero dar lecciones a nadie de cómo se hacen algunas cosas, pero mi conocimiento del tema vasco y la amistad de veintiocho años con Leizaola, presidente del Gobierno vasco en el exilio, la misma identidad de Leizaola con muchos de los planteamientos de la Generalidad, me dan fuerza moral para interesarme por Euskadi, aunque me ataquen. Por otra parte, hay que reconocer que la gravedad del problema vasco no se circunscribe a Euskadi, sino que afecta a España y tambien a Cataluña. Estamos todos en el mismo saco y no hay qu e olvidar que aunque se ha conseguido avanzar mucho en el camino de la democracia, aún hay posibilidades de parón y vuelta atrás."

"Yo tengo una táctica política que siempre me ha dado buenos resultados. Hay que aislar los temas e ir solucionándolos poco a poco. Es lo que llamamos política por escalones. Cada paso tiene que estar perfectamente asegurado y bien atado. Un primer paso debe incluir el intento de llegar a la unidad. No puede haber un Consejo General vasco (que es curioso que se llame vasco y no emplee el término Euskadi, acuñado hace cien años por Sabino Arana) y un Gobierno vasco en el exilio. Hay que llegar a una unificación y, probablemente, a una autodisolución del Gobierno vasco. Con condiciones, pero disolución. En una segunda etapa, hay que hablar con ETA y en esta misma etapa, o en una tercera, mientras se habla y se negocia, hay que preservar la paz, hay que llegar a un alto el fuego. La etapa de negociación puede durar semanas y meses, pero hay que conseguir que cese la violencia. Reconozco que hasta ahora, por parte del Poder, ha habido muchos gestos. Ha habido amnistía, ha habido legalización de partidos abertzales, ha cesado en gran parte la represión. Son gestos evidentes, núentras que por parte de ETA, no ha habido un frenazo de la violencia."

"Hay que llegar a un acuerdo entre el Gobierno de Madrid, el Gobierno vasco en el exilio, el, Consejo General y ETA. Probablemente uno de los puntos más conflictivos sea la existencia de ese Gobierno vasco que nunca debió formarse. Si yo, aceptando muchas sugerencias, después de la guerra civil hubiese formado un Gobierno catalán en el exilio, a estas alturas, todavía estaría en Francia."»

22 mayo