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El ministro de Justicia recibió el anteproyecto de la ley General Penitenciaria

El director general de Instituciones Penitenciarias, Carlos García Valdés, entregó ayer al ministro de Justicia, Landelino Lavilla, el anteproyecto de ley General Penitenciaria, cuyo estudio inició hace tres meses el anterior director general, Jesús Haddad, en el que han colaborado medio centenar de especialistas.

El importante avance en la legislación penal y penitenciaria española calificó el texto concluido el señor García Valdés. «Se parte de que las prisiones existen y de que son un mal necesario en la época histórica que vivimos. No estamos por la sustitución, sino por la reforma humanitaria.»El anteproyecto consta de una exposición de motivos, ochenta artículos y una disposión final. Como principales innovaciones figuran la potenciación del régimen abierto, el juez de vigilancia de ejecución de las penas, los permisos de salida y un régimen penitenciario adecuado a las reglas mínimas de Ginebra de 1955 y del Consejo de Europa de 1973. Tras la entrega del anteproyecto se cubrirán las etapas de informarán técnica, aportaciones de los funcionarios de prisiones, así como la tramitación del Consejo de Ministros y las Cortes.El ministro de Justicia, Lanelino Lavilla, manifestó que el texto es un punto de partida para la reforma de las instalaciones y reglamento general penitenciario. Como aspectos más destacados señaló la presunción de inocencia del detenido mientras no haya sentencia, la incorporación del juez que vigila la ejecución de las penas y la reinserción del preso en la sociedad.

Poco antes del acto, en el Ministerio de Justicia se recibieron dos llamadas telefónicas que avisaron la colocación de artefactos explosivos. Después de un desalojo y registro se comprobó que eran falsas alarmas.

Por otra parte, la Copel de Carabanchel ha enviado una carta al ministro del Interior en la que protestan por «los improperios e insultos que los presos sociales vienen sufriendo por parte de las fuerzas de orden público en sus salidas a los hospitales con motivo de las autolesiones recientemente producidas».

En la prisión provincial de Pontevedra continuaron ayer en huelga de hambre 68 reclusos, en apoyo de las reivindicaciones de la Copel. En el centro de Badajoz, según informa nuestro corresponsal, once reclusos se produjeron ayer lesiones leves con cristales y objetos punzantes, negándose a recibir asistencia médica.

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