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Oreja: "España no aceptará la intromisión de la OUA o de los no alineados"

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, declaró ayer en Madrid que «España no aceptará la presencia en Canarias de una misión de encuesta o de constatación de la OUA para investigar sobre la supuesta "africanidad del archipiélago». El ministro, que regresó ayer a Madrid al término de su gira por Marruecos, Ghana, Gabón, Costa de Marfil y Nigeria, añadió que nuestro país no aceptará la injerencia de la OUA o de la Organización de Países no Alineados en asuntos internos españoles, si se confirman las informaciones relativas a la intención de Argelia de plantear la cuestión en este último foro.

La gira africana del titular del palacio de Santa Cruz, pendiente aún de otros viajes como el proyectado a Jartum para los días 27 y 28 de este mes y de posibles contactos en París en la llamada conferencia franco-africana, tiene un objetivo esencial: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OUA, a celebrarse en Jartum el próximo mes de julio y en la que el tema de Canarias figura como punto del orden del día, a petición de Argelia.En definitiva, España y Argelia se enfrentan ante esta convocatoria -en la que la crisis de Zaire puede ocupar la parte mayor de las discusiones- frente a un objetivo contrapuesto: el reconocimiento del MPAIAC como movimiento de liberación africano y, por ende, la africanidad de Canarias. Ello llevaría implícito la entrada del MPAIAC en los ámbitos de la ONU y el acceso de esta organización a los fondos de ayuda financiera de la OUA.

Tal y como está planteado el debate en el seno de la Organización para la Unidad Africana, el combate Madrid-Argel -que ha lanzado a los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países a unos viajes relámpagos por Africa- se centra en la consecución o no del «consenso» necesario para que la cumbre de Jartum se pronuncie o no sobre el tema. Normalmente no suele haber debates sobre los temas en discusión y, en general, las opciones se aprueban por consenso general, como ocurrió en la reunión de Trípoli con la recomendación argelina sobre Canarias (sin debates y aprobada casi de tapadillo). En el caso en el que aparezcan distintas voces discordantes con la propuesta argelina, se haría necesaria la votación y una mayoría de dos tercios del total de los 49 países de la OUA.

Por ello España intenta conseguir el apoyo anti-consenso y el voto, si fuera necesario, del mayor número de países africanos. O al menos la colaboración total de unos dieciocho, lo que sería suficiente para bloquear toda votación.

Por el momento, Argelia cuenta con un número de aliados superior al de España, y el Gobierno de Madrid parece haber progresado en la captura de aliados que deben rondar con firmeza, el número de quince, y que puede ampliarse próximamente a otros Estados. Entre las naciones que apoyarían la posición española se citan los de Marruecos, Mauritania, Libia, Túnez, Senegal, Sierra Leona, Monrovia, Costa de Marfil, Gabón, Zaire, Egipto y Níger. Se cree que en breve la lista podrá crecer, a la vista de los resultado de los contactos mantenidos en Africa y en distintos foros internacionales. También se cuenta, para ello con la colaboración de otros países con influencia en Africa como Francia, Estados Unidos, Alemania Federal, etcétera, que estarían dispuestos a colaborar en defensa de los intereses españoles.

De momento, todo este combate diplomático provocado por Argelia, en busca de compensaciones y de presiones sobre el Sahara constituye una carrera contra reloj entre Madrid y Argel que deberá decantarse a mediados de julio en la capital de Sudán".

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