La huelga portuaria de Canarias incide gravemente en la economía de las islas
La huelga de estibadores de los puertos canarios, que entró ayer en su sexto día, ha provocado la paralización de los primeros envíos de un total de 8.500 toneladas de plátanos, cuyo valor se eleva a unos quinientos millones de pesetas. Al mismo tiempo, las conversaciones entre los consignatarios y trabajadores continuaron durante todo el día de ayer, esperándose un final inmediato del conflicto.
Tres vertientes claramente delimitadas tiene esta huelga: dos de ellas laborales y una tercera de carácter político. Con respecto a los planteamientos reivindicativos hay que diferenciar los que afectan a los estibadores de los puertos mayores -Las Palmas y Tenerife-, que siguen empeñados en negociar en base al convenio que tenían antes de firmarse los pactos de la Moncloa, y los trabajadores de los puertos menores, que atraviesan una situación laboral realmente injusta, sometidos muchos días a una jornada superior a las seis horas y sin tener fijados los horarios, dado el poco tráfico portuario en relación con las dos capitales canarias.Por otro lado, en lo que respecta a la vertiente puramente política -que los huelguistas consideran como reivindicación principal-, los trabajadores afirman que es una necesidad vital el control popular de las tarifas portuarias. Estas tarifas son impuestas a todas las mercancías que entran por los puertos canarios, y son fijadas por un organismo de tipo centralista. Las dos grandes centrales sindicales, Comisiones Obreras y UGT, se manifiestan por el control democrático de estas tarifas, aunque no están de acuerdo con los procedimientos que ha seguido el Sindicato de Portuarios en esta huelga, afirmando la primera central que "ya es hora que los dirigentes del sindicato expliquen a sus compañeros los errores que han cometido en esta lucha».
Otros círculos políticos canarios han calificado esta huelga como un nuevo intento desestabilizador de la actual situación social en el archipiélago canario, argumentando que son los portuarios los trabajadores que tienen más alto nivel salarial de todos los sectores laborales de las islas. El que menos cobra, según estas mismas fuentes, está cerca de las 50.000 pesetas.
El sector de la economía canaria más afectado por el conflicto planteado es, indudablemente, el agrícola. Los agricultores canarios del plátano -la mayoría pequeños empresarios agrupados en cooperativas- podrían perder las cosechas debido a que durante esta época el aumento de temperatura provoca una rápida maduración de la fruta. Las 8.500 toneladas de plátanos previstas para cubrir el mercado nacional quedarían sobre los muelles canarios, con las consiguientes pérdidas para las islas y un gravísimo perjuicio para los consumidores de la Península y Baleares.
Por otra parte, el Gobierno Civil de Las Palmas ha emitido instrucciones para movilizar la mercancía perecedera, valiéndose para ello las diversas entidades afectadas de un personal contratado de forma eventual. Estas tareas han tenido que ser realizadas con protección policial debido a la actuación de piquetes de huelguistas.
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