La combinación de embajadores, a punto de iniciarse

La esperada amplia combinación de embajadores españoles, con la que amenaza desde hace meses el Ministerio de Asuntos Exteriores, parece ser que se pondrá en marcha, aunque sea parcialmente, en el próximo Consejo de Ministros. Embajadas consideradas impor tantes, como la de Caracas, y otras de menor trascendencia, como Jartum, quedarán sancionadas por el Gobierno, una vez que obtuvieron el visto bueno del propio presidente Suárez, que intervino muy directamente en el reparto. Amén del puesto de Caracas, sobre el que se guarda un cuidado silencio, están pendientes de sanción inmediata: Jartum, para cuya dirección está designado Manuel Sassot, con la misión de la «cumbre» de la OUA como primer objetivo; Ginebra, a la que parece firme candidato Manuel Jiménez de Parga, y Tailandia, que puede ser ocupada, en breve, por Nicolás Revenga, actual director de la Oficina de Inforrnación Diplomática.

Quedan pendientes de nominación de embajador o de sustituciones Costa Rica, Paraguay, Camerún, Nigeria y Ghana. Son proyectos de nueva creación Mozambique, Angola y Trinidad-Tobago. Tambien Argelia, una vez que se normalicen las relaciones Madrid-Argel, tendrá nuevo jefe diplomático, como lo puede tener París en fecha no inmediata. La situación actual de la parrilla de embajadores permite confirmar la idea de que los embajadores políticos han quedado reducidos a uno sólo, Jiménez de Parga, y que otros candidatos, como Raúl Morodo y José Ramón Lasuén, han sido relegados.