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Paralizada la hostelería de Málaga y la Costa del Sol

La inmensa mayoría de los hoteles y restaurantes de la Costa del Sol, así como los bares y tabernas, cerraron ayer como consecuencia de la huelga de hostelería decidida por los trabajadores, al no ver satisfechas sus aspiraciones en las negociaciones del convenio del sector. Hubo algunas excepciones. Así, en un hotel de Fuengirola la normalidad fue total, pues en una asamblea celebrada por la mañana los trabajadores votaron por unanimidad no incorporarse al conflicto. Durante todo el día fue abundante la acción de los piquetes llamados informativos, y la Guardia Civil montó un servicio de vigilancia en toda la zona costera. Varias personas integrantes de piquetes fueron detenidas y después puestas en libertad.

Tal como anticipaba ayer EL PAIS, los empresarios de hoteles y apartamentos decidieron, en una reunión de urgencia, celebrada en la madrugada del viernes al sábado, proceder al lock-out y no abrir los establecimientos hasta que desaparezcan las causas que motivan el cierre. Por su parte, la asociación de pequeños empresarios de tabernas, bares y restaurantes hizo pública una nota en la que se invitaba a sus asociados a abrir sus locales, se pedía protección al Gobierno Civil para que la fuerza pública hiciera respetar el derecho al trabajo de los autónomos y de los empleados que decidieran acudir a sus puestos laborales, y se hacía saber que los posibles gastos materiales producidos por la acción de los piquetes correrían a cargo de la asociación. Sin embargo, a pesar de la nota, prácticamente todos los pequeños establecimientos cerraron sus puertas.La situación de los miles de turistas alojados en la costa es preocupante. Ayer, primer día de huelga, se pudo, al menos, ofrecer una comida fría, en base a las previsiones efectuadas el día anterior. Hoy, en cambio, la situación será más grave, sobre todo si se tiene en cuenta que a la huelga de hostelería se une la de los trabajadores de la alimentación, que llevan ya cuatro días de conflicto. También en este sector los piquetes han obligado a cerrar incluso las tiendas familiares, con empleo, a veces, de violencias físicas. La comisión negociadora del convenio afirma que sus piquetes son sólo informativos, y que las posibles acciones de violencia no deben ser achacadas a los trabajadores de la alimentación, sino a algunos grupos extremistas. La situación es, pues, muy grave, puesto que los turistas no sólo no pueden encontrar en sus hoteles los alimentos apropiados, sino que tampoco pueden comprarlos en los supermercados de la zona, la inmensa mayoría de los cuales están cerrados.

Por lo que respecta a la llegada de nuevos grupos de turistas, las agencias de viaje están procediendo a desviarlos desde el aeropuerto hasta Almería, Algeciras y Sevilla. Por otra parte, de no producirse antes un arreglo, bien mediante la negociación entre las partes o bien a través de un laudo de obligado cumplimiento, los hoteles procederán mañana -día en que los trabajadores volverán a sus puestos de trabajo- a cerrar los hoteles en cumplimiento del acuerdo de lock-out, al que se llegó en la reunión antes mencionada. Las consecuencias de la actual situación pueden ser, por consiguiente, catastróficas.

A la hora de cerrar esta edición se celebraba una reunión convocada por el nuevo gobernador civil -ayer mismo tomó posesión-, señor Hurtado Ortega, en un intento de que vuelva la normalidad al sector. Durante toda la jornada de ayer, aunque no se produjeron otros contactos directos entre empresarios y trabajadores, fueron frecuentes las reuniones de las distintas partes por separado, con intervenciones en ocasiones de algunos parlamentarios.

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