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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El sacrificio de focas

El sacrificio de la foca con fines comerciales, como el del ganado vacuno y lanar, aves, pesca y demás animales sacrificados para el sustento humano, está controlado por leyes y normas cuidadosamente estudiadas para evitar sufrimientos innecesarios al animal. Lo mismo ocurre en todos los países y todos ellos están expuestos a la crítica de ecólogos y naturalistas. Reconocemos a todo el mundo el derecho de libre expresión, pero conviene ofrecer, sin sensacionalismo, una imagen justa e imparcial de lo que ocurre, con el fin de no despertar pasiones y prejuicios en los lectores. Desde luego, es lamentable la muerte de cualquier ser viviente. Pero el hombre tiene que vivir, según las leyes de la Naturaleza.Deseamos destacar tres puntos en el artículo de la señora Cohn que consideramos carecen de fundamento:

a) «La existencia de la especie está en peligro.» Después de estudios realizados por científicos en la materia, la población de las focas Harp ha aumentado desde la temporada 1972-73, calculándose actualmente la totalidad de la especie en 1.300.000 ejemplares. Según todos los indicios, este aumento continuará paulatinamente.

b) «La caza se dirige exclusivamente hacia las pieles de las crías. » En la temporada de 1977 la caza de las crías supuso sólo un 35% del total de las focas cobradas. Además de las pieles, se aprovecha también la carne y el aceite.

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c) «La muerte de la foca es especialmente cruel.» Los diferentes métodos posibles para matar a las focas han sido detenidamente considerados por expertos, incluso por representantes de la Sociedad Protectora de Animales, llegando a la conclusión de que el método primitivo era el más rápido y eficaz y sobre todo mucho menos cruel que otras alternativas propuestas.

Quisiéramos llamar su atención sobre un aspecto fundamental de esta caza. No es ni un deporte ni un pasatiempo. Es un trabajo, lo mismo que la faena de la pesca. Representa una fuente de ingresos vital para los habitantes del Norte y es la más cuidadosamente regulada de todas las matanzas de animales practicadas en América del Norte.

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