España busca incrementar sus exportaciones en Extremo Oriente

Al mediodía de ayer regresó a Madrid la delegación oficial española que, encabezada por el subsecretario de Comercio, Carlos Bustelo, ha visitado durante dos semanas la República Popular China, Irán y Hong Kong, con objeto de impulsar las relaciones económicas y comerciales entre España y el Extremo Oriente. El viaje ha sido preparado en colaboración con las empresas españolas interesadas en dichos países.

A su llegada al aeropuerto de Madrid- Barajas, el señor Bustelo hizo un balance de su visita, en contestación a las preguntas de los periodistas. En síntesis, el subsecretario expuso los principales problemas bilaterales con cada uno de los países.Con Irán (1.200 millones de dólares de importaciones, casi todo petróleo, contra cien millones de ventas españolas en 1977), el problema es de abastecimiento de petróleo, pues es nuestro segundo suministrador, después de Arabia Saudita. Es evidente que en los próximos años las compras de petróleo van a poder utilizarse como apoyo y ayuda, aunque sin querer llegar a operaciones de compensación. Esto va a exigir una mayor coordinación de toda la política de importación de petróleo. He tenido una conversación de casi una hora con el presidente de la empresa estatal NIOC. Soy optimista, sobre todo por la forma en que se han lanzado las empresas españolas; están entrando las grandes empresas de construcción. El mercado iraní, al que los españoles hemos llegado tarde, es difícil, competitivo, muy abierto. Hemos hablado de bienes de transporte, posibilidades de cooperación en construcción naval y otras. Próximamente el ministro de Comercio iraní visitará España.

Con China (veinte millones de dólares contra cuarenta de ventas españolas) el proceso que ha culminado con la rúbrica del acuerdo comercial ha sido largo; ha durado ocho meses. Hemos tenido unas largas reuniones de trabajo y el texto ha quedado ya perfilado y listo para, si se quiere, firmar con más solemnidad en una ocasión próxima. Nos ha sorprendido la importancia que ha dado el Gobierno chino a nuestra visita; no sólo nos ha recibido el viceministro de Comercio Exterior chino, sino también uno de: los viceprimeros ministros que fue compañero de Mao en la Larga Marcha, y en el palacio del Pueblo, lugar que reserva el Gobierno chino a las altas delegaciones extranjeras. La rúbrica del acuerdo lo dieron como una de las noticias importantes en el telediario de las siete de la tarde y repercutió mucho en toda la prensa del sudeste asiático. Evidentemente, China tiene gran interés en tener relaciones importantes con España; hay una decisión política del Gobierno chino de aumentar sus relaciones económicas con España y, si se efectúa la posible visita de los Reyes de España en el mes de junio, las relaciones políticas. Ya este año ha habido contratos importantes de compras de siderúrgicos, y se está hablando de bienes de equipo, material de transporte, algo de barcos y otros productos.

Con Hong Kong (3.300 millones de pesetas por mil millones de ventas españolas, en 1977), hay que tener en cuenta que los 4,5 millones de habitantes importan y exportan al año unos 12.000 millones de dólares; es decir, importan tanto como España. Se le llama la puerta de Oriente y creemos que es un punto donde la política comercial española debe concentrarse e intensificarse. Como con China, queremos normalizar las relaciones y que no haya países intermediarios de nuestras corrientes comerciales. Habrá que empujar también a la banca española. Es un mercado abierto totalmente; los españoles que quieran exportar tendrán que competir con los mayores del mundo, pero se está demostrando que los españoles que se han decidido están ganando dinero. Tampoco, como en Pekín, tenemos oficina comercial, se ocupa de ellos la de Tokio. Son lugares donde ha llegado el momento de empujar el comercio con España, que ha logrado importantes resultados en América Latina y Africa, mientras en el Extremo Oriente sigue siendo marginal.